—Solo me conocen por cuestiones laborales, no es que pase mucho tiempo platicando con los dueños de lugares, es meramente trabajo.—

Dicho eso, el pelirrojo le pasaría una copa que el mesero había traído para ambos al mismo tiempo en el que le mira de reojo.

—Este es vino del viñedo, debería de disfrutarlo lentamente.

—Se mantuvo observandolo durante unos momentos, un poco más ebria ahora con la copa de vino que había bebido. No era buena consumiendo alcohol así que sabia que pronto haría cosas que no hacía cuando estaba sobria.—

Vaya... Usted está en todo y a la vez en nada, es muy peculiar... No imagino la cantidad de gente que conoce y le conoce, para ser tan reservado...

—Soy el proveedor del vino del lugar, iba a venir de igual forma. Así que no te preocupes.— Sonríe un poco mientras que se recarga y pide un par de copas igual de cargadas de vino. —No planeo nada, si algo pasa, pasará.— Tras decir eso le acomoda un mechón por detrás de una de sus orejas.

Me refería a la caridad. —Jugó un poco con la copa en la mesa, ya vacía, mientras volvían a servir la bebida.— Si vienes aquí es para donar, ¿cierto? —Hizo una suave mueca, suspicaz.— También hay que pagar un boleto para entrar. —Se llevó la mano a la mejilla, mientras se recargaba en la mesa.— Dígame... ¿es que lo tenía todo planeado? ~

—No se preocupe, yo pagaré.—

Dijo con calma, viendo como tomaría el vino tan deprisa, a lo que sonrió y para no dejarla sola, también bebió a la misma velocidad, aunque no tan experimentado.

¿Caridad? Oh, no he traído nada conmigo, mi tarjeta, o bolso...

—Dio un pequeño suspiro. Tomó de la copa un sorbo de vino tan pronto se la colocaron en frente... Acabando la por completo. Dió un leve suspiro.—

—Tengo entendido que es un evento de caridad, por lo que seguramente va a ver una subasta.— Se sentaría a su lado y pediría un par de copas de vino, claro vino que era del viñedo propio.

—Dio un pequeño suspiro, tratando de tranquilizar un poco su respiración y corazón, para que su rubor desaparezca. Tomó asiento sobre la silla que le había dejado, encogiendose un poco, mientras observaba el lugar.—

¿Que... Clase de evento es este? ~

—Ya veo... De igual forma, planeo recargarla de energía.—

Al verle sonrojada se volteó acariciándole una mejilla mientras que afirma.

—Si, vine en la tarde y sabía que iba a existir un evento.— Entrarían a la sala para así llevarla hasta una mesa moviéndole una silla para que se siente. —Vamos, siéntese un momento.

Me refería a que... Uhm... Que no salía mucho del trabajo...

—Se había ruborizado violentamente, llevándose la mano libre sobre la mejilla, y esquivó la mirada.—

¿Vino antes, entonces? —Se aclaró un poco la garganta.— O ha sido suerte... —Mientras observaba el lugar al que habían llegado.—