No busqué que hiciera algo. Podrías tomarlo como una buena intención y ya.
He metido la pata pero no creo que como tú.
Tengo pesadillas donde abusan de mí... Vienen por temporadas así que pasarán.
¿Siempre es así de difícil hablarte? No te voy a morder con mi compasión... Además creo fácil me someterías de hacerlo (o no). —Sonrió con amplitud, mordiendo una galleta.—

La compasión no hace mucho. Y cuando se carga por veinte años, la lección te la terminas aprendiendo demasiado bien.
¿Has metido mucho la pata, como para tenerlas?

Éso es difícil ¿no?
Me compadezco, últimamente también me atormentan, ha sido difícil descansar.

Siempre las hay. Pero mejor hacer que no están ahí.

¿Pesadilla?