-Curiosa por la sanguinaria escena, su intuición le dicta quién es la víctima y quién es el agresor, por lo que Cham Cham lanzó su largo y curvilíneo bumerang, cuyo detalle de oro y obsidiana le hace ver qué es un artefacto hermoso pero muy peligroso en todos los aspectos.-
-Prontamente el arma hizo su tarea de cortar con precisión y rapidez las extremidades de aquella horrenda criatura, dejando libre al ensangrentado albino.-
—Paku... ¿Estará vivo? -Dijo mientras se acerca al cuerpo de aquel pobre hombre, encaminada por un pequeño mono que le acompaña a todos lados.-