Le detuvo tomándole de las muñecas sin ser brusca, quería que le escuchará.

— No, sexo no.

¿Por qué pensaba eso? Le molestaba, no veía a Gala como una bolsa de placer o carne. La expresión en su rostro se denotaba, a pesar de su enojo, era amable y tranquila al hablarle pese a ese ceño fruncido, respiro hondo y suspiro.

— Gala...

"No paro de pensar en ti".

— Puedes desear que olvidemos esta conversación

Se sentó en aquella hamaca quedando a la altura de ella al ella seguir encima.

— Deseo eso, que olvides lo que te dije y deseo un helado de chocolate.

No quería aparentar que nada sucedió pero ¿Que más iba a ser? Tuvo un rechazo de su ama y seguro ella estaba incómoda.

— Con chispas de colores.

No sé le ocurría más nada para salvarse de esa situación.

— El helado es posible y delicioso.

Acariciaba esas muñecas con su mirada centradas en estás.

— Sexo, quieres tener sexo conmigo. Por eso digo que... yo pensé... Olvidalo.

Hablar de esas cuestiones era bastante vergonzoso. La italiana deja una caricia sobre la cabeza de Danna, moviéndose un poco porque quería abandonar su regazo lentamente.

— Tienes razón, eso no es posible. Desearía cualquier otra cosa que tu quieras, menos yo...

— ¿Que dices, Gala? Si hablamos de objeto la única "persona" que ocuparía ese puesto soy yo, soy una esclava mágica, así que no me jodas con eso.

Pese a que se explicaba con palabras fuertes era su forma de hablar, no estaba insultando a nadie solo hablaba así.

— No te veo como un objeto ¿De dónde sacas eso?.

Esos brazos cruzados se mantenían y la mirada de la pelirroja se posaba en la ajena.

— Deseo... Estar con mi ama de otra manera.

Sonrojada pero le decía a la testaruda de su ama lo que quería sin quitar esa mirada de dragona malhumorada retativa.

La boca de Gala se abre ligeramente ante lo mencionado. Todavía le cuesta procesar algunas cuestiones sobre su vínculo con Danna, por eso estaba algo sorprendida.

— Pero no tiene sentido... Ya me tienes contigo, soy una buena ama y todo. Si te refieres a otra forma...

Pronto frunce el ceño, mostrando un sonrojo que ella misma obtuvo ante sus ideas.

— Las italianas somos deseables pero tampoco somos objetos, ¿sabes? Tsch...

Se cruzó de brazos desviando suave su mirada pensativa a otro lado ¿Le diría? Si Gala le estaba preguntando... Le diría. El rostro de Danna vuelve al de Gala elevando una ceja.

— A ti.

— ¿Cómo que no puedo? Creí que podía desear casi todo. Menos ese par de cosas que ya olvidé.

Le guiña en complicidad, y luego ladea su cabeza esperando una explicación.

— ¿Eso crees? No te oyes muy segura. Dime, vamos a intentarlo. Lo que sea que alegre esa carita, dragona.

Danna feliz por tenerla encima de su pelvis pero el jalón le hizo sentir ridícula en sus mejillas, se sentía como un pez, Así como describió en el pensamiento de Gala la usuaria de la misma (?) La pelirroja frunció nuevamente ese ceño.

— Si hay algo que quiero... Pero no me lo puedes desear.

Llevo su mano contra la diestra que le sostenía, la tomo por la muñeca para bajar esa mano y asi sobarse su propia mejilla con su otra mano libre.

— Es algo que me suele acompañar pero que no puedo pasar los límites... O eso creo.

Gala infla las mejillas al verse así, sentada sobre ella. No se queja pero le hace saber con un soplido que no quería jugar precisamente.

— Sólo quiero uno para hacer llamadas. No tiene que ser de última generación siquiera...

Pero tenía la mirada en esos móviles sobre la cabeza ajena. Por simple curiosidad, eran bastante bonitos.
Ante la pregunta vuelve a mirarla, usando su diestra para tomarle de las mejillas y apretarle. Ahora parecía que Danna tenía la boca de un pez.

— Nada que tú no puedas desear por ti misma. Como un masajista, o un jacuzzi.

Si estaba cómoda, sin embargo el mal humor no se le había pasado, quedó con la duda de lo que Gala le iba a pedir. Chasqueo sus dedos y la hizo aparecer sentada al nivel de su pelvis, la miraba estando acostada con sus manos detrás de su propia nuca, tenía ahora una sonrisita ladina.

— ¿Cuál modelo? Hay unos que son muy buenos para videojuegos y para tomar fotos

No entendía porque quería un celular nuevo ¿Se le habría pedido el suyo?. Encima de la cabeza de Danna aparecieron varios celulares de distintas marcas, los mejores modelos, eran imágenes que si Gala quería tocar, las atravesaría con sus manos.

— Vitrina mágica

Hace cejitas porque sabía lo genial que era tener una vitrina mágica (?).

— Gala... Que ibas a desearme?...

Bajó un poco la guardia a ver si la pelirroja le decía por fin.

— ¿Te empalago? Si no te hecho nada.

Se alza de hombros, ¿qué le pasaba? Gala la quería mucho, pero no iba a tolerar su malhumor gratuito sólo por eso.
Mantuvo la postura, sonríe y en calma responde.

— Olvídalo, ya te ves muy cómoda ahí. Pero deseo un celular nuevo. Para mi.