Iba algunos pasos por delante de Danna, pero incluso así ella podría escuchar cómo su comentario le arrebató una risa.

— Tendré muchos gatos. Tendrás areneros que limpiar. (?)

— Eso significa que seré la única en tu vida y no te debo compartír con pañales sucios (?)

Seguía bromeando admirando aquella chica, era tan bonita enojada y cuando se ponía malcriada.

Niega, si se molestaba fácilmente porque Danna parecía jugar con ella a todo momento. Siguió caminando, echándole una mirada a esos hombres.

— No quiero. Me olvidaré de tener hijos por ahora, gracias por nada. (?)

Dió otro chasqueo desapareciendo a esos hombres a otros lugares, soltó una gran carcajada, Gala se molestaba fácil.

— ¿Que pasa odiosa, no aguantas un poco de humor? ~

La empuja con su hombro animandola.

— Pídelo otra vez, lo concedere bien.

Extiende su meñique al frente para que ella lo tome con el suyo.

— Promesa mágica.

Estaba convencida de que Danna había hecho algo mal a propósito, porque eso no es lo que deseó. Gala no era un animal como para que se estén comportando así, entonces rueda los ojos molesta e ignorando a esos sujetos.

— Ya, Danna. ¿Ves por qué no pido deseos? Buscaré cumplirlo al modo tradicional.

Se encoge de hombros y añade.

— Quiero deshacer el deseo.

— ¿Eh?

Observa a Gala por dicho deseo enarcando una ceja confundida, pensaba que bromeaban con eso pero Danna aceptaba la orden.

— De acuerdo...

Chasqueo con su otro mano, Gala se sentiría normal pero vería como de la nada en aquel sitio solitario chicos aparecerían, uno cayendo de una bicicleta por ver a Gala, otro observando el periódico y de pronto a la pelirroja, otro trotando y cayendo al suelo por ver a la pelirroja, varios empezaron a acercarse a hablar con la más menor.

- EH... señorita, disculpe ¿Viene a menudo a este parque?
- Buenas tardes! La Vi pasar con su compañera, me preguntaba si está libre...
- ¿los conoce? Si la están molestando yo me puedo encargar

Estaban siendo rodeadas gracias al aroma de Gala que estaba embriagador para cualquiera, hasta para la misma Gala.

— Interesante.

Una melodiosa carcajada resuena en la soledad del lugar. Por suerte, los patitos no se asustan. La italiana podía ser ruidosa cuando estaba contenta.

— Oye, no dejarás a ningún niño fuera... Ah, que bonitos son esos animalitos...Los patos, digo.

En ese momento se le ocurre una idea brillante. Sacude a Danna por esa mano que ésta sosteniendo, y roja de vergüenza vocifera.

— ¡Tengo un deseo! Deseo ser muy fértil. (??)

Ese beso fue tan inesperado que a la pelirroja le hizo sonrojar, frunció su ceño pero por lo sonrojada que estaba.

— Oye...

Relajo el ceño pensativa en esa idea, no era tan mala idea al final.

— Me parece bien, le estás dando oportunidad a niños sin familiar... Pero... Si los tienes propios y no se parecen a ti, duermen afuera (?)

Bah, no lo podía evitar, se sentía bien con ella, vio una mamá pato con patitos detrás en aquel sendero de árboles.

— Oh, mira, la maternidad te llama

Señala con su índice aquel cuadro que veían en vivo.

Gala comienza a reír, y deja un pequeño beso en la mejilla de la dragona. Casi enseguida fingió sorpresa y le apretó la mano.

— ¿Y si decido adoptar? No se van a parecer a mi. (?)

— Bueno suficiente, tanta cursilería me pone de mal humor.

Sostenía esa mano aún, sonreía para ella misma sin que Gala se diera cuenta pero Danna se sentía bien con ella, su pecho se sentía con calor y era feliz en esos momentos con su ama.

— Espero se parezcan a ti, si no, no los querré.

Dice en broma pero con esa seriedad de ánimo que la pelirroja últimamente tenía.