*el menor esta escuchando su hermano luego niega con la cabeza* No podría cuidarte mejor que tu a mi, Sean... yo tengo solo el poder, pero el cerebro siempre fuiste tú. *sonríe de esta vez y le toma la mano* Sabes que siempre me quedo a tu lado, pase lo que pase. ¿Si?
Anda, no piensas así. ¿Si? Fija tu atención en tus ojos. En tu vida. Yo estoy a tu lado por si me necesitas. No te desanimes por mi. Estoy bien.
-asiente con la cabeza mientras le responde en tono suave. Por general es una persona calma y por eso sus palabras salen de su boca como si estará hablando en susurros-
Tranquilo Daniel. No me apuro a ningún lado. Hasta que te tengo a mi lado, puedo estar calmo. Sin prisa, sin estrés, sin nada. Gracias enano, sé que me puedes cuidar. Sin duda, mas mejor que yo te cuidé.
Sí, el mío mejoraría mientras el tuyo es... *se detiene al sentir como su hermano le aprieta un poco la mano y luego lo mira* No esperes a que sea tarde, ¿de acuerdo? *sonrie un poco despues del beso en su cabeza pero no less suelta la mano de su hermano* No tienes que agradecer nada, mi Sean... tu tuviste mucho tiempo cuidado de mi, ahora yo también quiero cuidarte. No podría vivir ni yo sin ti, somos uno.
No digas eso. Deberías serlo. Además, eres muy joven, tus ojos aún pueden mejorar con los años.
-se sorprende cuando el menor le toma la mano y lo lleva lejos del borde del acantilado pero luego sonríe amablemente y le da un ligero suave apretón a su pequeña mano al cual tiene en la suya-
No te preocupes por mi. Estoy bien. Si me mareo me alejo o me detengo. ¿Esta bien?
-se agacha un poco para darle un suave besito en la cabeza del menor luego retoma su posición anterior-
Gracias por cuidar de mí. Eres tan tierno. Me moriré sin ti, enano.
No, no soy contento porque tu.... *se queda en silencio por unos segundos luego toma la mano de su hermano y lo lleva ojos del borde del acantilado* No quiero que te mareas, por favor, ten cuidado ¿si!
*se entristece un poco al escuchar que su hermano cuenta con los ojos de su hermanito* Uh, sí Sean, no hay problema, puedo decirlo. *llega al borde del acantilado mirando hacia abajo* Es un largo camino hacia abajo. *baja la vista un poco * Lo siento... ¿es tu ojo bien?
No lo dudo. Siempre le jalaste la cola de caballo. Nadie sabía por qué lo hiciste cada vez que te tuve en sus brazos pero para mí fue divertido verlo.
-se sorprende un poco por lo que le dice el menor luego coloca su mano en el hombro ajeno-
Pues, deberíamos haber pensado en eso antes que subir aquí. Ahora solo necesitamos ser atentos en nuestro camino y lograremos bajar de aquí sin problema. Además, tengo dos ojos muy buenos y grandes a mi lado. Sin duda, me avisan si hay algo que no noto. ¿Verdad?
*cuando su hermano menciona a la niñera que tenían cuando eran pequeños, comienza a reírse y a burlarse de él* No lo extraño para nada, nunca me gustó su estúpida cola de caballo. *mira hacia abajo desde el acantilado y luego mira a su hermano* Hacía mucho tiempo que no hacíamos senderismo y sabes que no le tengo miedo a las alturas. Estaba pensando si está bien que hagas ahora senderismo... ya sabes... por tu ojo... *su moral bajó un poco cuando recordó el incidente*