cita tras encontrarnos.

-Dijo sin pena alguna, había algo que se debía reconocer del pelinegro, lejos de la ciudad que mantenía, lejos de los lujos adquiridos y lejos de ser quien antes era parecía mas libre, aún con su vida bajo amenaza parecía que dejaba de cargar el peso del mundo sobre los hombros.-

Claro que ya, ¿Qué esperabas que sbiera al punto mas alto de la cuidad?, solo alta que ponga una bandera nueva para alguno de los monumentos del país diciendo donde estoy y pidiendo una lluvía de fuego celestial o algo asi.

-Respondió por la peculiar manera de la menor de reaccionar, soltó una carcajada por aquello tomando la mochila como si nada, pero deteniendose de pronto mientras buscaba en la mochila y se alejaba lo suficiente para terminar cabiando la camiseta que llevaba por una completa, si iban a alguna casa de cambio lo último que quería era parecer que había peleado a muerte con alguien por unos miserables dólares, avanzó ya por la ciudad, odiaba aquel país y su orden pero por primera vez en mucho tiempo lo estaba agradeciendo, al menos sabía a donde tenía que ir y el sitio era amable para moverse por el-

Primero busquemos una casa de cambio, después podemos pagar cosas, quizás comprar algo de comida real para que no me reclames por comer carne seca en nuestra primera

-tomó la mochila en reacción, evitando que se cayera al suelo y se la puso al hombro mientras se pone de pie. No entendía que estaba por ocurrir, pues mientras se disponía a sacudirse el polvo de las rodillas, vio a Daniel desplegar las alas de golpe y alzarse del suelo casi de inmediato.

—E-E-Espera! —Pero no tuvo mayor opción que abrazarse a su cuello. Si, un miembro de La Legión 0, se sujetaba con fuerza del cuello de un ángel para no caer. Si su hermano la viera en esa situación, seguramente se burlaría de ella. Cerró los ojos y evitó mirar al vacío, pero el vuelo no demoró tanto, pues apenas se resignó al vuelo, ya estaban de nuevo en tierra.

—¿Ya? ¿Tan rápido? —Entonces notó que en efecto, ya estaban más cerca del punto más habitado de la zona, al menos no se le ocurrió volar hasta la torre de Tokio, los verían y además, las alturas no era como que muy lo suyo por el momento. Soltó un suspiro y casi en reproche, le entrega la mochila a Daniel.

—Ahora si... tú cargas..

hierva y polvo alrededor de ambos antes de aterrizar, si volteaban atrás no se podía ver el lugar del que habían despegado-

Ahora si, tierra al fin.

-Presumió ccon ella en brazos mientras las alas parecian perderse pero dejaban marcas de rotura en la ropa que llevaba-

Ya nos vamos izanami, sosten esto con fuerza.

-Replicó lanzando la mochila para donde ella se encontraba, esperó a que la chica lo tomara y de golpe sus alas se abrierón para impulsa su figura a donde ella, un solo movimiento fue dado, un aleteó bastante potente a decir verdad le despegó de vuelta de la tiera firme y le hizo tomar en sus brazos a la chica despegando de vuelta de lo que ella había llamado con tanto cariño tierra firme-

Esta a nada...

-El mundo se abría bajo sus pies y las distancias parecían cortas cuando volaba, le elevó por los cielos nocturnos de quel extraño paraje viendo como hormigas a los autos bajo ellos y descendió en picada a toda velocidad como lo haría un ave de presa, sin embargo parecía romper cualquier ley de física establecida, no había viento que chocara contra ellos o movimiento brusco que se notara, fue un vuelo breve, acelerado antes de caer a escasos metros de lo que parecía la pequeña ciudad má cercana, y al hacerlo se levantó una nuve d

-tenía las mejillas encendidas por semejante espectáculo. Se quitó los auriculares y los dejó sobre el asiento tras ponerse de pie. Se sacudió el pants y tronó su cuello al moverlo por ambos lados.

—uff... rompí uno, pero no fue mi culpa. Nos atacaron —La realidad es que había sido en práctica y creyó haber sido atacada por un reaper. De cualquier modo, no dio mayor detalle, al menos aún no, hasta que bajara del avión de un pequeño salto, quedándose de rodillas sobre el pavimento de la pista, el cual casi besa al pegar la frente contra este.

—Tierra... por fin tierra —Y no es que le temiera a volar, pero la ponía de los nervios tener que hacerlo. Entonces alzó la vista a él y lo vio mover hombros y brazos.

—No fue tan aparatoso. Estuvo bien. Solo fue un raspón—Justificó ella, ignorante de lo que su novio pretendía hacer.-

Quién lo diría mi piloto es un as despegando y volando, pero necesita aprender de aterrizajes, por favor dime que nunca rompiste uno de estos en práctica.

-Formó una sonrisa en sus labios volteando a ver directamente a los ojos de la chica, se habría tenido que poner de pie pues se levantó del asiento durante el aterrizaje, pésima idea y además de ello no había sido para nada el movimiento mas suave que recordaba-

Mejor dime que si lo hiciste, y cuentame con detalle...

-Preparó el resto de las cosas sin embago no se colgó la mochila la llevaba en una mano para ponere de pie de vuelta caminando por el espacio de la cabina hasta el resto de la aeronave y empujando con su pierna la puerta para lograr que se abriera para ejarlos salir-

Bueno, hora de volar... ¿Lista?

- Preguntó ando un salto fuea del peculiar vehículo y moviendo sus hombros y brazos, poco había que adivinar sobre cual era su siguiente plan-

-Sonrió de lado, preparando todo para poder descender dónde Daniel le señala. Baja despacio, está despejado, no hay árboles ni rocas ni nada por el estilo que pudiera interferir en un aterrizaje perfecto.

Empuja el mando suavemente, bajando así el pico del avión, bajando el tren de aterrizaje para luego, descender en paralelo, chocando las llantas un par de veces en el suelo hasta avanzar por la vacía carretera, golpeando las alas del avión con un par de ramas que lo hicieron ir un poco de lado hasta que finalmente pudo detenerse.

—Creo que lo hice bien... —Diría ella, aunque la realidad era otra.-

Traígo algo de dinero, pero no es el tipo de dinero que aceptan en este país, la gente es de por si demasiado cerrada, veo complicado que podamos conseguir cambiarlo hasta que lleguemos a alguna ciudad...Igual... volaremos.

- Dijo tranquilamente como si ya tuviera todo resuelto, tenía en claro que iba a dejar todo en que aquella misión por mantenerle vivo saliera bien, aunque eso significara fallarla

buscó algun sitio para aterrizar y señalo a lo lejos una carretera que parecía vacía-

Ahí, piloto experta.

—Te dije que era buena idea llegar por la zona boscosa. Ahora, hay que conseguir transporte, necesito recordar... dijo que era... —Se quedó pensativa, hablando para sí misma mientras intenta recordar las instrucciones que le diera su hermano para localizarlo. Ambos estaban en los mundos inferiores por cuestiones personales, pero se habían quedado más de lo esperado.

Comenzaron a bajar por un cerrito hacia una carretera, desde ahí, se podía observar muy bien una región poblada y más a la lejanía, la ciudad principal.

—Ahora... ¿Traes dinero? —