-¿Qué es lo que se me olvido?

- Pregunt´realmente sorprendido, antes de continuar hasta donde pudieran pedir la comida para llevar, eso si sin bajjarla y aprovechando que tenían la vista de las personas para besar un poco la mejilla de su pareja pero como un inicio bajando por su cuello, nada exagerado, era claro que lo hacía para que las personas voltearan a otro lado y seguir un poco el juego.

-¿Me vas a llevar a ese sitio otra vez? -

-Abrazó con fuerza el cuello de Daniel cuando la levantó del suelo para entrar al restaurant. El encargado, al reconocerla, dejó la escoba contra la pared y con cara de pocos amigos se acercó a la pareja para señalarles la mesa dónde podían sentarse.

En otras ocasiones, solo de ver esa expresión, Kairi habría querido arrancarle la nariz, pero se sentía tan cómoda y contenta, se dedicó solo a molestar a su novio.-

—Eres un bobo. Se te olvidó. —Refiriéndose al tema de nadar.-

Si, el agua es buena, solo no me pidas nadar cerca de la ciudad, por mas que le tenga cariño no creo que sean las aguas ma limpias .

- Asintió a la idea de su pareja y para molestarla, o consentirla, un poco decidió cargarla en brazos hasta la entrada dispuesto a comprar y volver a casa para planear la parte de ir a nadar-

—Por eso dormimos en las tuyas (?) —

Ya cerca se podía divisar el restaurante de fideos, ese mismo que habían visitado la primera vez que se encontraron.

—Oye... después de esto '¿No se te antoja ir a nadar? —

¿I ncluye incendiar la ciudad?, si no esta eso en el plan puedes continuar.

- Ni siquiera se inmutó en las condiciones dadas por su pareja y tomo su mano nuevamente caminando de forma lenta, el al contrario se permitía pocas muestras de cariño en publico como en ese momento aunque era claro que se sentía cómodo haciendolo con ella.-

Vamos ya, primero la comida luego planeamos destruir cosas, aunque sea camas.

-Nunca ha tenido tapujo en mostrar su afecto en público, por esta razón, antes dejarlo seguir su andar, rodeó su cuello con el brazo diestro para evitar que se aparte.

—Tengo una mente maquiavélica, tal vez deberías temerme —Dijo con seriedad, pero de inmediato comenzó a reír por lo bajo, dando otro beso cariñoso a su novio.

—La digna reina estratega para el rey Daniel (?) —

¿Que clase de pésimo rey sería si no le hago caso a mi reina, y hago pagar a sus enemigos para comer el botín en el castillo?

- Claramente de mejor humor siguio la broma aunque se detuvó a mitad de la calle acercandola para robar un corto pero pasional beso por unos segundos antes de seguir su camino.-

La verdad es que debo darte crédito tus planes no son malos.

-La cercanía hizo que se sonrojara rápidamente y con las orejas rojas, siguió caminando ahora más juntos y terminó por rodearle también la cintura con su brazo.

—Compremos cuatro órdenes para llevar y las comemos en casa. —

Mi niña.

- Respondió de manera seria volteando a verle con una sonrisa de confiada complicidad antes de apretar un poco su mano y acercarle a si provocando el tener que soltarle y rodearla por l cintura mientras avanzaban-

Bueno entonces vamos ahi a que paguen su deuda con la sociedad, y contigo.

—No soy una niña! —Exclamó con un puchero en los labios, caminando, irónicamente, de la mano del mayor. Con su cara aún un tanto furibunda, siguió replicando a las palabras de Daniel.—Y esos embusteros aún me deben comidas gratis, malditos. —