—Yo he comido, las personas subestiman mi capacidad para cuidar de mi mismo, he sobrevivido con un par de hermanos que luchan por volverme loco. —Respondió mientras levantaba los hombros con naturalidad, no solía ser una persona irresponsable, era una de las pocas cosas que seguía conservando de su entrenamiento. —Y me preocupo por cualquiera que decida sufrir tortura voluntaria, que yo respeto el masoquismo de las personas pero no necesariamente soy tan sádico como para hacerlos sufrir, ¿pero tu has comido?, si no es así no tengo problema alguno en pasar a buscar algo en camino por el helado—, Respondió con naturalidad ya en el elevador oprimiendo el botón que debía conducirlos al piso correcto

Vio que el azabache le prestaba atención en las ideas que decía - pese a que evidentemente se quedarán solo en eso, ideas- no dudo en sonreírle. Sus pasos por las escaleras continuarían hasta detenerse enfrente del elevador, sus ojos dorados se dirigieron al hombre una vez esté dispuso otra opción— Es un detalle que te preocupes por mi, haha. —Su mano se soltó de su antebrazo para adentrarse dentro de aquella tecnología una vez esta abrió sus puertas para ello. Una vez dentro ambos, pulso el botón de descenso que los llevaría al jardín que daba a las afuera del recinto— ¿Has comido?, podríamos comer algo y luego el postre.

Escuchó atento a lo que ella decía, repasando las ideas aunque no tomando en serio el tomar aquella azotea y convertirla en otra cosa, no se trataba de subestimar las ideas si no de conservar de manera egoísta aquella azotea para si, continuó avanzando por las escaleras hasta llegar al elevador en el piso final, detuvo su andar y levantó la mano libre para oprimir el botón en espera de que llegara el elevador. —Si, son buenas ideas, por cierto decidí que el elevador es mejor, porque no te haría bajar tantos pisos en esos zapatos— Comentó escuchando la campana que avisaba de la llegada del elevador, no era un edificio concurrido por lo que no se gastarían tiempos.

— Depende, porque si acondicionas el lugar para cada época, las personas podrían demandar más del producto que ofreces o también podrías mezclar el alcohol con el helado, de por si en sitios como Alemania beben cerveza caliente con crema de batir... Y aún así lo beben, hay otros sitios de latinoamerica que hacen uso de licores y helado, se ha vuelto famoso pero claro... Si quieres obtener beneficios debes darle un pequeño toque personal. —Diría al observar a las personas que habitaban el local mientras ellos intentaban evadirlos por las escaleras pero todo aquello era ameno con la conversación que compartían— Además en caso de buscarte de nuevo, no tendrías que moverte y el helado te saldría gratis, teniendo en cuenta que comerás poco.

—Bueno, en ese caso tu diriges, ahora estoy pensando seriamente en que deberían de poner un lugar para comer helados aquí, aunque seguro en invierno sería un fracaso total— Admitió pensando en ello, sin embargo el perder un sitio tranquilo y dar acceso a las personas a este sitio de manera frecuente no le atraía tanto como la posibilidad de hacer dinero. — Sigamos.— Dijo para caminar de manera lenta, paso a paso pues notó lo que ella llevaba puesto y el que las escaleras no serían un obstáculo simple de librar, por lo tanto lo lógico para el era avanzar de manera lenta.

De nuevo una risa escapó de sus labios con la actitud del contrario, por lo que giro un poco su cuerpo una vez el azabache dio unos pasos hacia ella. Su intención era esperarle hasta que se pusieron a la par, notándose la diferencia de altura— Me agrada la idea, y si. Dudo que haya alguien que venda helados acá, hay unos lugares específicos para ello, si me permites. — Al pedir permiso se sostuvo de su antebrazo para halar de él puesto que bajar del balcón sería un tanto complicado y más con sus tacones, en caso de que quisiese parecer una chica normal, fue así como bajaron las escaleras de aquel lugar donde en su interior parecía un sitio para beber pero otros tenían la opción de disfrutar las vistas de las afueras.

Levantó de vuelta los hombros mientras permanecía con la atención en ella, uno de esos talentos perdidos de Daniel era la habilidad para fingir demencia en algunos momentos. —Bueno, pues en ese caso aceptó lo del helado, no porque crea que te debo algo, lo acepto porque la realidad es que de tanto pensar en la lógica tras el ya terminó por darme antojo de uno— Dijo avanzando en dirección a ella y esperó por supuesto a que diera media vuelta. —pero mejor bajamos, porque aún no hay algún iluminado que decida poner un puesto de helado en una azotea-

La chica mostraba divertirse con la situaciones dada a la expresión de su rostro, lo que más le divertía era discutirle de alguna forma al tiempo en que sus pasos se aproximaron hacia el hombre— ¿Por qué debería de pagar alguien que te ha ayudado?, parecías preocupado. Ahora te veo más entretenido. —Una risa escapó de sus labios aunque el sonido de esta fue suave— Atípico o no, un hombre que parece tan inteligente no capta la idea que lo invito únicamente a salir, caminar, el helado es opcional aunque si se diese me haría feliz hahaha ~. —Si, era demasiado directa independientemente de la persona, pero con el azabache es que la incitaba a abusar de sus palabras, quizás su aura le hacia sentir cómoda.

La mirada del pelinegro ya se había volteado a la chica extraña pero ante sus palabras su rostro pasó de relajado a mostrar curiosidad, arqueó la ceja izquierda abriendo a la vez un poco más los ojos, —Ahora estoy tentado a preguntar la lógica tras esa forma de pensar, ¿si es una compensación por interrumpir, no deberías pagar tu?, después de todo tu interrumpes— cuestionó a la mujer sin ceder mucho terreno,— Y dependiendo de que situación un helado puede o no dejarte pobre, pero no estoy dispuesto a discutir de economía ni a ser tan tacaño, sería atípico de mi familia que más bien creo que es del tipo que derrocha—

— Es una compensación por interrumpir cualquier idea que te inquiete, en cuanto a la vainilla, sólo era un decir. Prefiero un helado de fruta. —Una sonrisa se dibujo en sus labios una vez captó la atención del contrario. La pelirrosa se mantendría de pie a pocas distancia del hombre al tiempo en que sus brazos se mantenían cruzados a causa del frío. Sin embargo, no se opondria en tomar algo dulce, independientemente si estaba congelado— Y por comprar un helado pequeño, no te hará pobre.