Tch, sabia que no cesarias en tu necesad, asi que. . . — El guardo silencio unos segundos saliendo a la puerta de entrada de su oficina trayendole una taza de café la cual le acerco, sujetando esta con un plato deslizandolo sobre su escritorio cerca de aquel montonal de papeles evitando que salpicase alguno de ellos. — Espero esto te sirva, de cualquier forma solo pasaba por aquí, no es como si me preocupara mucho por los demas.

Sabía que ese suspiro no era precisamente de aprobación, el pelirrojo estaba reaccionando exactamente como Lisa. De cualquier manera, no había nada que hacer al respecto, simplemente no podía quedar tranquila si no concluía con sus pendientes. De pronto, sí detuvo su incesante escribir para prestar atención por el tono de reproche de Diluc, incluso no quería voltear a mirar, por lo que se quedó viendo insistentemente la hoja con su trabajo a medias. —¿Decir que lo suficiente es buena respuesta? Un par de horas... Pero estoy bien.— No quería decir que solo durmió justamente dos.

— Suspira pesadamente al ver lo obstinada que es con sus deberes como la lider de los Caballeros de Favonius, a los cuales por cosas de su triste pasado termino por odiar saliendose de la orden a temprana edad. —Es solo que te lo tomas tan personal que se te olvida lo más importante, la salud, dime cuando fue la última vez que dormiste, Jean? — Severo en sus palabras guardo silencio unos instantes pues sabia lo que iba a responderle. —

Pese a haberle escuchado, prosigue escribiendo sus reportes, no quería perder el hilo de sus pendientes. —Solo los muertos descansan. Sigo bastante viva, por lo que no es un lujo que pueda darme todavía.— Comentó aquello a modo de broma. Alzó la mirada por unos breves minutos para ofrecerle una leve sonrisa antes de proseguir con el trabajo. —Ya me falta poco, no quiero que se acumule para mañana. ¿A qué debo el honor de tu visita, maestro Diluc?—

Deberias tomarte un descanso de vez en cuando.