« Back to Album · Next »
Sus pulmones quemaban, era algo incómodo respirar. Sus músculos estaban dolorosamente tensos en una postura hostil, apuntando hacia la yugular de Arleccino con su confiable Aquila Favonia, rozando ese punto crucial pero sin dejar que la espada se clavase. Uno de sus ojos ardía por la sangre y la adrenalina la tenía en alerta, sin apartar la vista de la Fatui por más ardor que sintiese.

Su contrincante pese a estar en una situación desfavorable, mantenía una sonrisa cínica, burlona incluso, provocándole.
 
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
Río sin humor alguno para luego decir con tono frío. —Probablemente para tí presentaría un beneficio morir. Fácilmente contigo fuera de ésto sería imposible que los Caballeros de Favonius obtengamos más información ¿Cierto?— Aplicó un poco más de fuerza con su espada contra su cuello, pero no la suficiente para herirla de gravedad y seguir profundizando el corte que ya le había hecho. —Eres buena con tus palabras Fatui.— Comentó con desdén. —Pero yo ésta vez estoy un paso adelante en éste juego tuyo.—

Finalmente con su mano libre asestó un golpe firme en la nuca de la peliblanca, haciéndola perder la consciencia. Rápidamente dejó caer su espada y la sostuvo para evitar que se fuera de frente contra Aquila Favonia. Colocó a la heraldo desmayada en el suelo, suspirando temblorosamente por lo que acababa de suceder. Si bien había llegado a una solución donde no había sido necesario matarla, en el futuro próximo podría llegar el momento de tomar una decisión de una vez por todas.
 
Send Comment

Add a comment...
 
Send Comment