« Back to Album · Next »
Sus pulmones quemaban, era algo incómodo respirar. Sus músculos estaban dolorosamente tensos en una postura hostil, apuntando hacia la yugular de Arleccino con su confiable Aquila Favonia, rozando ese punto crucial pero sin dejar que la espada se clavase. Uno de sus ojos ardía por la sangre y la adrenalina la tenía en alerta, sin apartar la vista de la Fatui por más ardor que sintiese.

Su contrincante pese a estar en una situación desfavorable, mantenía una sonrisa cínica, burlona incluso, provocándole.
 
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
Por más templanza que le gustaría mantener en aquella batalla, la peliblanca le hacía hervir la sangre, la hacía sentir demasiado molesta. Y no solamente por aquella sonrisa altanera, no, eso era algo absurdo como para hacerla caer en sus provocaciones. Lo que la hacía rabiar eran sus venenosas palabras. Repudiaba que eso en serio tuviera peso para ella.

Las guerras siempre tenían un costo, se quiera reconocer o no, ese sombrío precio eran las vidas de sus participantes, eso ella lo sabía muy bien. Es solo que en su cargo de Gran Maestra, no se había visto orillada a en verdad atentar con la vida de otra persona para mantener el orden. Si bien había participado con anterioridad en algunas batallas, o inclusive en enfrentamientos con la orden del abismo, ninguna requerían de un resultado como ese.

El maestro Varka no la había preparado para éste momento. Aunque pensándolo fríamente, quién lo estaría, cómo prepararía alguien a una persona para arrebatar la vida de otra.
 
Send Comment

Add a comment...
 
Send Comment