- Este lugar está abandonado, no es de nadie y ustedes no son los dueños. Yo vine aquí a dibujar cuando lo encontré a él atado, pensé que lo querían matar. -Respondió Sapphire con un encanto de puchero en su rostro, viendo ambos con esas manitas teñidas con sangre. En efecto, ella tenía razón, ese sitio estaba en completo abandono, pues hacia poco se había efectuado un cruento asesinato en ese sitio dejando el inmueble en abandono y por supuesto que amueblado.-

Le inquietaba ser molestados su rostro cambiaría, aquel ceño que notoriamente se vería al tener su cabeza hacia atrás por el jalón de cabello lo haría dirigir la mirada a aquella escoria a la cercanía de estos dos _ grrr insecta lárgate de mis dominios o tu cabeza será el adorno perfecto para mis lámparas ....

¿Pero de donde salió esta niña? Su comportamiento tenue como el mismo fluir de un río sorprendía un poco, no obstante aquella mordida hizo presente que no pudiera negarse a jadear, tiro el cabello con fuerza para alejarlo de su cuello, el cual luego era tocado por aquella pequeña y regordeta mano Definitivamente esta niña no es alguien normal, eso explica mucho, con respecto a ti... ¡No me muerdas o te arranco tu linda lengua!

-Aunque no estaba convencida, prefirió no llevar la contraria, viendo ambos con muchísima curiosidad.- h Oh, ya veo... Y... -Antes de poder continuar, sus ojos se abrieron con notoria sorpresa viendo esa sangre surgir y empapar ambos jóvenes, por supuesto la sangre se iba esparciendo, misma que Sapphire se aproximó para tocarla con su pequeña y suave mano diestra.-

- Esto es hermoso, por fin tendré material para mis dibujos. -Desvio su atención en el líquido carmín, embargada por su color, temperatura y consistencia.-

La sonrisa se amplió al tenerla de frente a el, su mirada ahora estaba para solamente ella y concreto aceptaba aquéllas palabras razon tenía, así inclino su cabeza hasta el cuello de ella pasando su lengua para saborearla y luego sus dientes clavaria en ella lamiendo y rosando sus labios dejando que su preciada amada con el jugase sonriente buscaba sus labios. _ tan expresiva como siempre porque no me regalas tus besos pequeña _

Sorprendentemente sus labios dibujaron una sonrisa, que ironía más encantadora su enfado se esfumo un poco mas no pronuncio palabra, miro a la pequeña girando du cuerpo separando sus piernas para quedar de frente a aquel demonio, dejando descansar su mentón sobre el hombro ajeno Cosita... Dairock no puede morir y mucho menos sufrir es imposible, para el dolor es netamente placer mas alla del cotacto con la pielMonstro entre sus manos la soga con que pensaba volver a atarlo, llevo sus mano hacia atrás sacando una pequeño bisturí por su propia garganta haciendo que la sangre manara de ella No, no te matara a menos que se lo pida, pero eres una pequeña imprudente eso si.

- En realidad, ... Nadie merece sufrir. -Respondió de ambos adultos, viendo esa blanca piel marcada por esos lazos.- -... -Vió esa escena erótica sin comprender mucho el contexto entre ambos adultos. Sapphire estrujó con fuerza ese enorme cuaderno que resguarda algunos dibujos hechos por ella.-

- ¿Tú me matarás? ¿Acaso eres la muerte? -Volteó a ver al galante azabache sin tener una pizca de la verdadera naturaleza de aquel que yace atado y poseyendo esa gelida mirada propia de un psicópata.-

_Valla tontería hace esta niña, no puedo creer que deseará su muerte_ observó con escepticismo la presencia de aquella mujer que lo hacía enloquecer de pudor, su lengua saboreaba la comisuras de sus labios y al tenerla justo sobre su regazo inquietaba sus sentidos, por ese minuncioso calor que sus piernas le dedicaban y el aroma que lo embriagaba. _ eres tan deseaba por mi cuerpo tu niña hermosa_

Apenas haberlo atado en aquella silla, simplemente sonrió satisfecha pero faltaba algo más; era fácil adivinar que quería colocarle aún más cuerdas pero al no tenerlas a la mano. Salió a buscar más, para su desagrado se encontró con aquella escena donde su querido demonio era desatado, tanto trabajo para nada. Suspiro de manera pesada, era una niña pequeña pero: realmente entrometida dada que se había metido en un lugar sin ser llamada o necesitada. Dalia podía ser condescendiente pero no le gustaban que tocaran sus juguetes. Pequeña... Deja eso es mejor no tocar lo que no os pertenece Enrollo la cuerda entre sus dedos hasta hacer un guante, caminando a paso firme dejando que sus tacones hicieran un pequeño sonido, de ese modo simplemente se sento sobre el regazo del hombre helándose hacia atrás.

-Sapphire no esperaba ver un hombre atrapado de esa forma, tampoco podría pasar por alto que el "pobre" sujeto sea "víctima" de una serie de batazos y golpes, o al.menos así lo pensó ella. Sin dudarlo, se aproximó al azabache comenzando a cortar aquellos rojizos lazos con la ayuda de una daga, sin musitar una sola palabra al respecto.-