« Back to Album
Ayudar en las labores del santuario es algo habitualmente divertido, sobre todo cuando su papá está renegando con los jovenes.
-Ja, ja, ja, cuanta poca paciencia.-
 
Newest First | Oldest First
— Angustiado, la verdad no lo sé. Estaba de paso, iba a ir a cazar cuando te escuché reir y me paré en seco. Que viniera fue casualidad realmente.-
— ¿En serio te doy esa sensación?' Preguntó observándola de reojo mientras la cubría con parte de su cola, moviendose un poco para poder acurrucarla bien. — Hay veces que solo me dejo llevar por mi lado de bestia. Últimamente solo estoy en esta forma y algunas veces simplemente desaparezco sin darme cuenta.- Hubo un pequeño silencio y poco a poco apoyó du cabeza sobre sus patas delanteras. ...
DaiKou · F
Si se sobresaltó un poco por lo que sus pupilas rebelaron su verdadera forma rasgada, pero al final él solo quería ayudar por lo que ese rasgo de dragón desapareció con cierta rapidez. -Señor woylo.- Ya sentada a su lado se le apoyó encima de su pelaje. -¿Tú te sientes bien? Me das una sensación en el pecho de que te sientes perdido, o angustiado... ¿por eso viniste aquí?-
Quedó en silencio y suspiró por unos momentos para tomar una vez mas su forma de bestia justo frente ella. Provocando que la empujase un poco en llegar a tirarla. Pero, ya de paso se puso detrás de esta llevándola hasta una de las esquinas de la casona donde Wolyo se echó en el suelo y la observó. — Solo un rato. Puedes apoyarte aquí para entrar en calor.-
DaiKou · F
-Si. Los reptiles tenemos problemas para entrar en calor por eso tomamos mucho sol. Si bien los dragones de mar no lo sufrimos tanto, o por lo menos los machos no lo sufren tanto. Las hembras tenemos frío todo el tiempo- Susurró.
— No es necesario que tu me llames señor.- Parece que le ha caído bien la dragona. Bajó la mirada al notar esa fría mano sobre su pecho. — ¿Tienes problemas con el frió? Usualmente yo, no suelo pasar frió, debe de ser una temperatura muy baja para ello. Después de todo, estoy acostumbrado a las sombras y son lugares fríos.- Pero si pasa una tremenda calor... Si ella tuviera ese tipo de problemas, a él no le importaría darle parte de su tiempo para ayudarla a entrar en calor.
DaiKou · F
Atinó a reir de nuevo por el comentario de la barba, ese ser tenía sentido del humor. Uno muy agradable para ella. -Eso fué gracioso señor Woylo, pero he de suponer que tienes razón. Aunque no he visto muchos hombres con barba.- Notó su ego, la verdad piensa que tiene un por qué para tenerlo. Le parece tremendamente válido.
Quizá en un acto atrevido apoyó su mano sobre el pecho del lobo, notando el bello y el latido de su corazón. -Usted es muy calido...-
— No necesitas querer llamar la atención. Eso a veces solo trae problemas, es mejor que seas tu misma, además, tu cuerpo también tiene un público amplio, solo aun no lo has encontrado. Hay quienes las prefieren.. "altas" y delgadas, apenas sin curvas.- Se fijó en ese sonrojo y ladeó un poco la cabeza por ello. — La magia de la barba Dai, a todo hombre le hace ver bien. Bueno, no a todos, a mi sí.- El ego por favor... — Deberías tomar más confianza con tu cuerpo. Eso también hace ver más bello a uno mismo.-
DaiKou · F
-Puede ser, me gustaría llamar un poco más la atención pero como dice el dicho. Mejor es la calidad que la cantidad.- Desvío la mirada un momento, pareció tener un aire tímido por un instante. Dai elevó la vista luego de un momento, y se sorprendió. Era un hombre muy bonito y apuesto. -Yo.... Gracias por su alago.- Sus mejillas se coloraron suavemente. -En verdad usted es un hombre muy bonito, se le nota un aire muy sensual y maduro.-
— Porque solo saben ver la belleza con los genitales.- Bien crudo y directo fue. — Una mujer no necesita grandes pechos o grandes caderas para ser bonita, yo pienso que tu lo eres. Me gusta como te ves.- Poco después, fue tomando su forma medio humana, dejando aquellas orejas y cola al descubierto. Aquellos largos cabellos ondulados comenzaron a caer por sus hombros, lo tenía más largo ahora. Removió un poco su cabellera echando hacia atrás parte de esta y bajó la mirada para observarla. Y como no.. el perro no lleva camisa, por lo que el pecho decorado con su bello corporal también lo lucía orgulloso. Pese a estar en un lugar oscuro, su ojo derecho seguía cerrado. — Bueno, tu dirás.-


Add a comment...
 
Send Comment