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Dicen que la disciplina conduce al éxito...
 
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// ( Asintió despacio a las palabras de su reina; sí deberán vencer. Atadas sus miradas por la atracción del hielo al fuego, la sostuvo durante el apegue. La zurda subió entre ellos al cuello valyriano, aterrizando grácilmente en su nívea piel. Su pecho enardecía con las palabras que prestaban los labios de la boquita más poderosa de Westeros, erizando su piel en una oleada estremecedora. ) Primero venceremos… ( Sentenció con finalidad, apretando aquellos dedos entre los suyos. )
>> Pero primero venceremos. -Exclamó, notándosele en la voz que esa confesión de amor le había robado el aire. Muy por dentro rezó porque el temblor de su cuerpo no fuera tan vergonzosamente notorio. Pero no había nada por hacer ;así fue como, después de tantos años, por fin aceptó el amor de un hombre. No sólo por aceptarlo, sino porque el sentimiento era recíproco. Estirándose en sus puntas y trayéndolo consigo para juntar frente con frente, suspiró hondo antes de susurrar lo que en ella era un secreto de palabra, mas no de acciones.- También te amo, Mi Rey...
// ( La verdad era que aquel resultado sería algo que nunca se perdonaría. Encogió su entrecejo admirando la postura de su reina, quien lograba ser de apoyo a alguien que ha pasado por las cosas que él ha pasado, las cosas que ha visto. ) Te amo... ( Era la primera vez que se lo decía con palabras, que se confesaba aquello que ambos sabían. ) Haré todo a mi alcance porque te sientes en tu trono Madre de Dragones y Lobos.
>> No va a pasar nada malo. -Su fortaleza de Reina no claudicaba, ni siquiera cuando muy adentro ella también tenía miedo y sabía que en esos tiempos un parto era una apuesta de vida o muerte. No importaba: deseaba darle un heredero a él y a Westeros. Un Targaryen genuino, o dos, que perpetuaran la calma y Unión.- Ni vas a perderme.
// ( Los ojos amstista lo penetraban hasta lo más íntimo de su ser, no había cómo ocultar sus sentimientos ante ella. Quedó viéndole unos segundos, apretando sus dedos a los de ella. ) Tengo dos, quizás tres razones para preocuparme... Solo tendré que prepararme. ( Hizo un intento de sonrisa para ella, pues quedaba en él su preocupación más grande: perderla en el parto. )
>> ¿Jon...? -No entendía qué deseaba. O en realidad intentaba preservar su compostura, pero con él mirándola de esa forma todo intento era en vano. Pronto sus dedos mecánicamente se aprietan con los contrarios, estableciendo un contacto visual intenso con él.- ... ¿Estás preocupado?
// Al Maestre, será... ( Ya se apercataba de los brillos y la falta de estos a los irirs amstista. Conociéndose sus fugaces pistas emocionales. Se acercó en silencio, entrelazando los dedos de su derecha con los ajenos, aprovechando la breve intimidad. )
>> No. Deje a Samwell Tarly trabajar en lo suyo. -La conciencia de haber incinerado a su padre y hermano puede que le pese un poco.-
// ... ( El peso de la situación le golpeó de repente. ) Debo pedir unos libros a Samwell.
>> No lo descartaría. Soñé que mi vientre iba a ser fecundado, y sucedió. También soñé a dos niños. Podría ser.

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