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‹‹ Un regente que no escucha los consejos de su gente es un regente destinado al equívoco, a una caída paulatina.››
 
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‹…› . En el último día antes de terminar las cuatro lunas, incendiaremos sus últimas reservas. Durante todo este tiempo los pajarillos de Varys se asegurarán que la gente de King's Landing sepa que Cersei Lannister, por capricho y soberbia, los tiene al borde de la hambruna. Así haremos. Mientras tanto, que los herreros preparen más armas. Y, Ser Davos, convoque a Lord Gendry ante mí. Tengo una petición especial que hacerle para mis hijos.
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Sí: aún cuando bien pudieran atacar apenas arribar a King's Landing, debía tener un enfoque táctico. Ponderar la certeza sobre lo que (viéndolo razonablemente), parecía más un capricho de inmediatez.

Daremos un plazo. Cuatro meses para que los heridos se restablezcan y para que los informantes de Lord Varys recauden tanta información como sea posible sobre los movimientos de Cersei y sus aliados. Los cuales, bien sabemos, no se caracterizan por su cantidad.

Guardó la voz un momento, analizaba el mapa táctico, los puertos y costas principales de King's Landing así como sus rutas terrestres de entrada comercial.

Iniciaremos el asedio en estos puntos. No se permitirá la entrada de insumos desde el siguiente mes. Al mes segundo, en fechas esporádicas que determinaremos en el concejo, un infiltrado se encargará de saquear los graneros.
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Por ello, tras despedir a sus muertos y celebrar la victoria sobre el Rey de la Noche, se convocó a un concejo de manera urgente.
Ambos ejércitos se vieron menguados, los sobrevivientes necesitarían algunas lunas para rehabilitarse.

Hemos vencido al Rey de la Noche. Ahora sólo nos resta la gran batalla final.

El corazón le punzaba con tanta ansiedad que provocaba vértigos: ese momento era lo más cercano en toda su vida de palpar aquello por lo que luchó desde tener uso de memoria y razón.

Aún así, la razón debía vencer a sus propias prioridades: llevar a un ejército débil sería tenderse la soga al cuello, no importa cuánta era su superioridad numérica a pesar de las bajas.

Rhaegal estaba herido aún. El ataque debía esperar y bien lo puntualizó la Señora de Winterfell, Sansa Stark.
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