—Seguro no tan aburridos... —susurró en voz muy baja. Se escuchó entonces los comerciales sobre apagar el celular y no hablar durante la función. Ella comía palomitas y bebía de su refresco. Disfrutaba mucho del cine y esta no sería la excepción. Se acercó a la charola en busca de uno de los chocolates y luego volvió su atención a la película que ya estaba empezando por fin.
—Lagartos enormes que destruyen cosas y provienen de épocas antiguas, solo les falta lanzar fuego y ya—
tras aquellas palabras sus manos tomaron más palomitas, las luces se estaban apagando y la única iluminación era la que provenía del fondo de la sala, apuntó a la pantalla para finalmente comenzar a proyectar imágenes en esta.
—Bueno, mejor disfruta la película, seguro que son tus primos.—
-Retrocedió, riendo divertida por la imitación de Daemon y cuando vio que asaltó las palomitas, le tomó de la muñeca para detener su mano y acercar la boca para comerlas.
—Los dinosaurios... -mastica- no son iguales... -mastica- a los dragones—
Mencionaba mientras caminaba en dirección a los asientos esperando a que ella tomara su lugar para hacer lo mismo, el dejó que la chica tomara las cosas que habían comprado y se sentó a su lado, la pantalla aún estaba apagada y no había tantas personas en la sala pues había elegido una hora que no fuera excesivamente popular.
—Pues no se, esta tiene dinosaurios —
Completó aquellas palabras imitando a uno de estas criaturas y se acercó a la castaña pero en lugar de atacarle atacó directo a las palomitas.
— Seguro que son familiares tuyos, primos lejanos o algo así.—
—Oye! —Protestó quitándole el balde de las palomitas. Apenas las tuvo a buen resguardo, buscó con la mirada los asientos apropiados y señaló hasta arriba, justo en medio de la última fila.
Segura que él lo hubiera notado, ella comenzó a subir uno a uno los peldaños hasta llegar y recorrerse. La sala estaba demasiado vacía, de no ser por un par de personas varias filas adelante. Tomó asiento, moviendo el descansa brazos del asiento junto a Dae, para que no hubieran estorbos y tomó la charola para ayudarle a sostenerla mientras él se sienta en su lugar-
—Hacía mucho que no venía a un cine. y las películas de acción me gustan. —
Cada paso que el albino daría aprovechaba para inclinar su rostro atrapando entre los labios una de las palomitas y comiendo esta, no serían muchas pero lo hacía de una forma descarada haciendo que sonaran al atraparla en sus dientes para que la castaña se diera cuenta de que lo hacía.
— Esto sabe delicioso —
Bromeó con ella mientras entraban a la sala y el buscaba con la mirada los asientos que estuvieran libres en la parte de arriba del cine.
-Asintió, y metió la mano diestra al interior del bolsillo ajeno. Sacó los dos boletos y los acomodó entre sus dedos de modo que pudiera ver el encargado que estaban ambos. Tomó los boletos, los partió por la mitad y les indicó el camino para llegar a la sala.
—Que me quedare con hambre y deberé de robarte varias —
Dijo aun con las palomitas en la boca, masticando un poco mientras hablaba pero tras ello solo cerró la boca para caminar poco a poco con las cosas en las manos y dirigiéndose a la sala, se movió un poco y señalo sus bolsillos a la castaña.
-Sonrió al recibir su beso en la mejilla y justo cuando el encargado le acercó la caja de palomitas grandes, tomó unas cuantas para acercarlas a los labios del albino-
—¿tu qué crees? —Y antes que Dae pudiera responder algo, devolvió su beso en la mejilla de él. -
Parpadeo por varios segundos al caer en cuenta de todo lo que la chica había pedido, volteo a verla y mientras seleccionaba solo una barra de chocolate esperando a que los atendieran, mientras lo hacían el comenzó a acercarse de vuelta a ella abrazando a la chica castaña por la espalda y sin preocuparse mucho inclinó el rostro hasta alcanzar a dar un beso en la mejilla de la chica.
