-Aquella caricia solo causó volver su cansancio más pesado, así que no tardaría de nueva cuenta en quedarse dormido sobre ese asiento. El rubio volvió a la posición original en la que había sido encontrado por la contraria-

— Si me vuelves a decir my lady lo vas a pagar, de una manera muy divertida para mí.

Ya lo había advertido y dicen que el avisa no es traidor. Cosas como pelear con él le parecían aburridas, era demasiado correcto, pero avergonzarlo, como lo disfrutaba.

— Es parte de mi encanto caballerito, eso de hablarle bonito a todos no va conmigo.

Extendió la diestra para acariciarle el cabello, con suavidad, como si buscara embrujarlo.

—Tan fácil como pedirme que le llame por su nombre mi lad...Himeko—

-Aunque parecía que a él siempre se le dificultaba tal cosa, dejar de lado la etiqueta que es común en su sociedad-

—Siempre con una lengua tan -Bostezo- afilada...—

-El Paladín parecía pestañear de manera pesada listo para abrazar el morfeo de nuevo-

— Himeko, Himeko, no me digas my lady, no quiero caer en la misma categoría que los demás humanos, que asco.

Se incorporó rápidamente y se cruzó de brazos, soltando una pequeña risa al verlo tan cansado, podría aprovecharse de eso con facilidad.

-Pudo notar el dejó de sarcasmo en aquella respuesta pero no le molesto, la verdad es que últimamente no estaba descansando muy bien-

—Lo siento mi Lady, las vigilancias nocturnas me han tenido en vigilia más seguido de lo que me gustaría realmente—

— Solo caíste en coma por unos cientos de años, ya todos se murieron.

Comentó con obvio sarcasmo y una risa que amenazaba con nacer de su garganta, la pregunta era tan tonta que merecía esa respuesta.

-Estaba tan profundamente dormido que cuando su cerebro logró recibir aquellos susurros, su cuerpo se estremeció por completo, dando un pequeño salto y encogiendose contra la pared-

—M-mi lady ¿Me dormí verdad?—

Se veía tan adorable en esa posición pero ella como la desconsiderada que era no dudo acercarse hasta su oído para despertarlo.

— Te voy a besar si no te mueves en este instante, caballerito. ~