No le aportaría de sus brazos, mas bien lo acerco mas hasta procurar sentir el latido de su corazón para asi mantenerlo vigilado. — Acaso algo es fácil, las cosas que valen la pena nunca lo seran. La paciencia y la esperanza son regalos que no se pierden.—
— Polvo somos y a este regresaremos tarde o temprano, pero, no quiere decir que nos tenemos que derrumbar los cimientos estan firmes aun aunque la construcción flaquea.— Vivian hablaba tan sutilmente, que simplemete se podia notar que ocultaba su propio dolor, consejos que le servirían tambien a ella.
× Se dio cuenta de que a duras penas sonreía pero los brazos de viví era un lugar seguro. × Si eso es cierto aunque alguna vez nos quedemos como polvo, está bien. Si no hace daño a nadie sino que descansan × Son molestarle escucha a su mejor amiga siempre veía que algunos disfrutaban verle sufrir
Sonría a duras penas, mientras sus dedos peinaban aquel cabello suavemente brindando suaves caricias; y sus brazos un lugar seguro. —Pero un polvo bonito y como el fenix regresaremos.~ No te p-preocupes si yo puedo... pero es verdad que los vivos son peor que los muertos. — Mensiono con cautela, no sabia cuantas veces le repetía que todo saldria bien, pero parece que no se cansaban aquellas personas de herirle con lo que a el le importaba.
Gracias viví. × Se mantiene abrazándole sin soltarle ni apartar la frente de su hombro × está segura? se que tú también estás echa polvo. Lo de siempre que me quitan a mis hijos y les poneme contra mi. Cuando parara eso?
— Ya oso… Aquí estoy, no me ire.. — Respiro más fácilmente, mientras posaba su mano sobre la cabeza de su mejor amigo hundiendo sus dedos en este, si la necesitaba siempre estaría para él, aunque se le viniera a ella el mundo encima.—¿Quieres hablar? Que te altero tanto. —
× Escuchando la voz de viví estaba ardiendo por dentro por dentro, le mira estaba destrozado nota esas feromonas. Cuando le mira a su mejor amiga el fuego va apagándose le abraza ocultando su rostro en el hombro de ella saliendo humo de ambos ×
Esta vez no sabía que le habían hecho, trato de mantenerse lo más serena posible mientras se acercaba a su mejor amigo sin importarle que le quemara, le tomo las manos sonriendo amablemente activando sus feromonas de ese modo no serían tan grabes las quemaduras. — Oso mírame estoy aquí, no te hagas daño. —
