—Seguirás siendo débil Shouto... sé que lo entenderás algún día, y cuando eso pase estaré esperando de este lado— volvió a sonreír y acomodó ambas manos dentro de sus bolsillos, observando sólo como desaparecía de su vista la inesperada visita.
Siempre serás Touya para mi, pese a tu indiferencia y tu falta de orientación, yo no tengo nada que recapacitar, no me gusta hacer daño como lo haces tu. - Terminó de decirle tales cosas a su hermano, después de unos momentos se dispuso a abandonar el sitio donde se encontraba. -
—No digas ese nombre!! Touya ha muerto y yo he olvidado mi pasado, tu padre se encargó de destruir esos recuerdos, ahora simplemente no siento nada por nadie... deberías recapacitar y abrir los ojos, quizás te des cuenta, de que quién está equivocado es otro.—
Ese hombre al que le llamas escoria también es tu padre. Ignoro el porque te fuiste de casa y te convertiste en un villano, esto es lo peor que pudiste haber hecho Touya. La libertad de cuestionar tus pensamientos la tengo desde que éramos pequeños, yo te veía como un gran héroe y te admiraba pero veo que me equivoque.
—¿Desde cuando te sientes con la libertad de cuestionar mis pensamientos Shouto? Ese hombre al que llamas padre ahora forma parte de la escoria que está de más en este mundo, lo destruiré así como destruiré a todos los que interpongan en mi camino—
