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DR1576984 · M
Ciertamente las feromonas comenzaban a tener efectos más intensos en él. Tuvo incluso que cerrar los ojos por un momento, sacudiendo la cabeza un poco para mantener a raya aquellos pensamientos e ideas indecentes que en su mente se formulaban a causa de éstas. Aún su fuerza de voluntad era capaz de sobreponerse sobre tales ideas, sabiendo incluso de qué se trataba, pero cada momento se le hacía más difícil concentrarse.
De todos modos logró volver a ganar el enfoque, observando a la mujer, debilitada y expuesta ante él. Su seductora desnudez ciertamente no ayudaba con la situación de las feromonas, pero sabía lo que debía hacer. Por aquella misma razón, las llamas no se detuvieron, de hecho la siguieron hasta el suelo, y habiendo formado aquella prisión, se cerraron contra el físico de la pelirosa, encendiéndola en llamas tan calientes que aún un ser sobrenatural como ella no sería capaz de salir sin daño de entre éstas.
De todos modos logró volver a ganar el enfoque, observando a la mujer, debilitada y expuesta ante él. Su seductora desnudez ciertamente no ayudaba con la situación de las feromonas, pero sabía lo que debía hacer. Por aquella misma razón, las llamas no se detuvieron, de hecho la siguieron hasta el suelo, y habiendo formado aquella prisión, se cerraron contra el físico de la pelirosa, encendiéndola en llamas tan calientes que aún un ser sobrenatural como ella no sería capaz de salir sin daño de entre éstas.
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