¿Qué te puedo decir? ¡Siempre serán mis niños consentidos! ¡Y lo prometo! Mientras ustedes consiguen ese vestido, yo me encargaré de montar guardia que no haya ningun cazador por la zona y puedan disfrutar de las compras que . . . no serían compras. Y tranquilos niños, será divertido.
- Giró el cuello para quedar cara a cara con ellos y sonreírles aunque no entendía el último comentario del otro si cada que se juntaban los tres era divertido, o al menos para Daki y para él, a decir verdad Gyutaro parecía ser el mayor y más maduro que los otros aunque no olvidaba aquella ocasión en que Daki había obligado a los otros dos a tener una pasarela de kimonos, y el hermano mayor por ver feliz a la menor había accedido aunque terminó bastante estresado. Ante ese recuerdo solamente se rio en voz baja y prosiguió a cantar, fingiendo que no escuchaba a los otros dos. -
