¿Qué te puedo decir? ¡Siempre serán mis niños consentidos! ¡Y lo prometo! Mientras ustedes consiguen ese vestido, yo me encargaré de montar guardia que no haya ningun cazador por la zona y puedan disfrutar de las compras que . . . no serían compras. Y tranquilos niños, será divertido.
- Giró el cuello para quedar cara a cara con ellos y sonreírles aunque no entendía el último comentario del otro si cada que se juntaban los tres era divertido, o al menos para Daki y para él, a decir verdad Gyutaro parecía ser el mayor y más maduro que los otros aunque no olvidaba aquella ocasión en que Daki había obligado a los otros dos a tener una pasarela de kimonos, y el hermano mayor por ver feliz a la menor había accedido aunque terminó bastante estresado. Ante ese recuerdo solamente se rio en voz baja y prosiguió a cantar, fingiendo que no escuchaba a los otros dos. -
· ── . . .Y la tienes con lo de niños, bah, espero que cumplas, mira que Daki nunca olvida una promesa. Solo espero que esta vez sea un poco mas divertido.
Exclamo marcando aquellas palabras al superior, quien no tenia miedo de dejarle en claro las condiciones, con tal de ver marcada la felicidad de su hermana y que tenga todo lo necesario era suficiente. Una vez abrazado el comienza cargarla en su espalda y la sostiene de las piernas para comenzar a seguirlo, en su marcha solo escucha entre susurros aquello ultimo lo cual le hizo resoplar entre sus labios.
· ── Bueno, el vivió mas que nosotros con todos los lujos y placeres, seguro cantaba asi en todas las fiestas que le preparaban su honor. Aun que parece que esta de buen humor...Como siempre.
— ¡Pero Onii-chan! ¡No quie... espera, ¿acaso mencionaste un nuevo vestido? —
El demonio había dado en el blanco con ella; sus ojos se iluminaron como si fuesen dos diamantes bajo la luz del sol. Empezó a frotar su mejilla con la mano de su hermano imaginándose lo bella que se vería con un nuevo vestido, siendo la sensación en la casa de placer a la que pertenecía, viéndose imponente ante las demás mujeres, y causar sentimiento de inferioridad en ellas. Volvió a la realidad, abrazándose más fuerte de los hombros del azabache, siendo este gesto como una señal de que empezara a andar.
Quería reírse al escuchar a su superior tarareando por lo que ocultó su rostro en el cabello de su hermano y susurrando para que el otro no escuchara lo que iba a comentarle.
— Oye Onii-chan, ¿no te parece chistoso como canta Doma? Jijiji. —
Oh vamos Daki bonita, si prometes poner atención a todo lo que nos ordene Muzan-sama te prometo que Gyunti-kun y yo te conseguiremos un vestido de Oiran más precioso que el que tienes; iremos a algun otro distrito de toda la región de Japón hasta encontrar uno. . . . y ya pasaran tiempo Gyunti-kun y será rápido porque solo quiere darnos un comunicado así que carga a tu hermana, y pongámonos en camino. . . .
- Caminaba por delante de los hermanos e iba tarareando una canción que había escuchado en la explanada de algún distrito mientras buscaba a una bailarina de características físicas hermosas que ya había visto anteriormente. -
Vamos niños que si nos encontramos con algunas presas jugosas por el camino podremos detenernos por un tentempié.
No era que no le gustaban, solo se sentía un poco incomodo, ya que era el demonio mas extrovertido que podría haber entre los rangos superiores, una vez que su hermana se acomoda y se sube en la espalda este queda atenta ante lo dicho por el mayor quien se mostro interesado mientras se acomodaba aquellos cabellos oscuros.
· ── Ehmmm...Cierto es que íbamos a por unos desgraciados a darles caza y pasar tiempo de hermanos que hace tiempo no se llevaba. Hmm. . .Pero. . .Si lo dicen Muzan-Sama, no quedara otra.
Un suspiro pesado escapa de los labios pálidos de aquel ser rascando parte de su mentón y a la vez que extiende su otro brazo para alcanzar la mejilla ajena y brindarle algunas caricias para intentar calmarla. No obstante, le debe mucho a su superior ya que este le permitió hacer dio con su hermana en el mismo rango. Con una expresión amarga se gira para brindarle atención a la menor.
A diferencia de su hermano mayor, la albina se mostró contenta con la presencia de aquel superior, esperando a que terminara con aquellas palmaditas y poder darle un abrazo a aquel demonio pese a que aquel no fuera capaz de demostrar el mismo tipo de afecto.
Volvió hacia donde estaba su familiar e intentar arreglarle un poco la cabellera antes de subirse a su espalda como si este la fuera a cargar "de caballito", recargando el mentón sobre el hombro de este y esperando atenta a las instrucciones del otro demonio.
— ¿Reunión a esta hora? ¡Pero es la hora del almuerzo! ¡Onii-chan y yo queríamos ir a cazar a una aldea cercana de aquí! Me parece injusto. Onii-chaaaaaan, haz algo, dile algo, dile que no podemos. —
Comenzó a agitar a su hermano de los hombros, dando señal a que un berrinche estaba próximo a venir.
No seas amargado Gyun-kun. ¿Oíste eso? Gyun-kun, suena bastante bien. ¡Daki, bonita! Esa cabellera tan larga y frondosa como debe ser, sigue comiendo mujeres para que se mantenga así eh.
- La luna superior dos dio pequeñas palmadas en las cabezas de ambos hermanos como una muestra de aprecio [?] si es que existía aunque fuese un poco de esto dentro del demonio. -
Espero no tengan nada que hacer esta noche porque Muzan-sama me mandó a llevarlos a una importante reunión con las demás lunas.
Iba a continuar, pero siente el inesperado abrazo de su "Compañero" quien solo mostró una expresión extrañada mirando a los lados con sus orbes como si esperara que nadie mas viera, intentando no asfixiarse entre su brazo. · ── ¡¡OYE!! ¡¡Demasiado meloso.!! ── · (?)
