· ─ Hmm, recuerdo que fue un verano insoportable, las casas eran mas exigentes con las mujeres para ser damas de compañía. Si, no quedaba mucho, solo era la mitad del camino para nuestra finca, yo quería cultivar tomates...Si no fuera por ellos... ─ ·
Agrego con un tono pesado tapando su visión con una de sus pálidas y delgadas manos, sus dedos rascaban un poco los costados de su rostro, luego se los frotaba en sus lóbulos, mientras cavilaba por el tormentoso pasado; su mundo boca abajo.
Pero de pronto vuelve a elevar su cabeza con la atención en aquellos iris brillantes en los ojos de la mujer, volviendo a conectar con la realidad, regalandole caricias que iban del costado de la mejilla hasta las raíces de aquellos hebras blancas.
· ─ . . .Si. . .Por eso nosotros mientras sigamos existiendo, podemos permitirnos mas, merecernos mas. Cuando termine el proximo festival podríamos buscar ese lugar con los arboles de Ume. . .
No puede evitar demostrar el cariño que le tiene a su hermano dándole besos repetitivamente en sus mejillas intercalando entre ambas y aún en aquel abrazó, fue caminando con su hermano hasta el futón de aquella habitación donde se recostó con él entre sus brazos.
— ¿Recuerdas cuando entré a trabajar a la mejor casa? Una vez empecé ahí sabía que estábamos cada vez más cerca de lo que nos merecíamos; ya comíamos todos los días con lo que ambos generábamos y poco nos faltaba para poder hacernos de una pequeña minka con un jardín bastante grande lleno de arboles de Ume... Y solo para nosotros. —
Movía sus brazos haciendo alusión al tamaño de todo lo que describía con una sonrisa radiante en el rostro; al final seguía siendo una niña con sueños. Volteó a ver a su hermano, recargando su barbilla en el pecho ajeno para prestarle atención y seguir teniéndolo de cara.
— A pesar de todo, terminamos teniendo parte de ello gracias a ti.
No le puede decir que no, resistir seria poner a prueba la terquedad de su hermana, asi que solo se deja lleva. Le daba pena la comida a medio terminar, pero dejo de importar una vez dentro de la residencia; calido, con los aromatizantes que eventualmente perfumaba el ambiente, resaltando al comodidad y lujo esta.
· ─ Me gusta como el sonido es opacado cuando entramos aquí, es disfrutable. ─ · Tensa un poco el agarre de su mano, aprieta y jala de la muñeca para traerla de golpe tomándole de las caderas las cuales presiona para que se sientan la fricción entre ambos cuerpos, su mirada desciende para chocar con los de su hermana.
· ─ ¿Alguna vez soñaste con lujos así de pequeña? ─ ·
— Somos prácticamente los reyes de este Distrito, así que hagamos los deberes a un lado y concentrémonos en hacer lo que más nos gusta. Ven, deja ya esas cuentas ahí.
Tomó la mano de su hermano mayor encaminándose junto con él a la habitación principal de aquella residencia; habitación que le pertenecía a la menor por ser la Warabihime de aquel lugar.
· ─ Costara levantarse para hacer el trabajo diario de cada uno, perooo...Lo cierto es que el olor altera mis sentidos, ya son varios minutos que siendo cosquilleo en mi paladar, asi que no perdamos el tiempo~
— Adelante, verás que puedo ser igual que tú al consentirme… ¡Con todo Onii-chan! Además es tanto postre para la mañana y para la noche, si sabes a qué me refiero. <3
· ─ Oh. . .¿Entonces estas buscando que me ponga en tu plan y haga berrinches? porque de ser así, no tendría problemas en mostrar lo caprichoso que puedo ser por un par de bocados.~ <3
