Un pequeño destello rojo del cielo parpadeo en micro-segundos, aquellos eran dos hoces solidificadas con la propia sangre de aquel demonio de rango lunar seis, persiguiendo y aproximándose a su objetivo; el pilar del sonido, a una velocidad de 700 Km.

Conforme una sombra aterriza antes que estas al lado de su compañera, el ser de cabellos verdosos gruñe con rabia al ver que su hermana era molestada nuevamente, sus amarillentos ojos se inyectaron de sangre, conforme las venas en su deforme rostro le hacían reflejar mas furibundo, presionando el mango de sus kamas.

· ─ ¡Estúpido Hashira! ¡Te advertí que no molestaras a mi dulce hermana, colmaste mi paciencia y yo mismo entregare los restos de tu cuerpo a las zorras de mierda de tus esposas!

— ¡Suficiente! ¡Incluso siendo chaparra te demostraré que soy más fuerte que tú! — La demonio menor sacó de sus vestimentas ocho tiras de tela de faja que se movían a como ella quisiera buscando atrapar al pilar queriendo azotarlo contra el suelo. (?)

—¿Él es el que trae la escalera?— No pudo evitar continuar con el chiste e incluso comenzó a carcajearse de este mismo

— ¡Yo no dependo de él! ¡Soy igual de poderosa que él para patearte el trasero! Solo que él siempre me ayuda… Es diferente. —

— "Oni-chan" esto, "oni-chan" lo otro. ¿Hasta cuando dejarás de depende de él?

— Tsk… Maldito Hashira. ¡Entonces búscate un demonio de tu tamaño! … Onii-chan te mataría enseguida… — Susurró aquellas últimas palabras con una sonrisita malvada a pesar de que la vena de su sien seguía marcada por el comentario anterior.

—Claro, deja busco una escalera para que puedas llegar a mi estómago.— Se ríe por como reacciona.

— ¿¡Co-Cómo me llamaste!? Ya verás si me sigues llamando así cuando te saque el estómago del cuerpo aún estando en vida y se lo doy de comer a otros demonios.

—La enana