— ¡Tan inteligente como siempre! ¡Algún día seré como tú! Pero aguarda... —

Aún con la sonrisa en el rostro, y la emoción brotando de ella controló parte de su faja para que unos cuantos pares de tentáculo detrás de ella surgieran de ella y con estos, almacenó cada uno de los brazos que su hermano le había traído, volviéndose tridimensionales y planos dentro de la faja. Tomó la calabaza una vez vacía, y tomó la mano de su hermano como cuando eran pequeños; entrelazando sus delgados dedos con los de él y comenzó a jalarlo como señal de que corrieran.

— ¡Onii-chan vamos! Hoy será una noche divertida. —

· ── Comí aun pobre diablo que andaba depresivo, por alguna razón me sabe bien la gente que esta destrozada. ── ·

Expreso de manera retorcida, solo para quedar agusto por la reacción de la menor, el demonio lunar nuevamente había solucionado un posible conflicto estúpido entre ellos. Al escuchar la cuestión de la ajena elevaba su muñeca casi a la altura del pecho entre ambos, sus pálidas venas se inflaman un poco y luego la sangre emerge elevándose como cual raíz mientras tiembla señalando a sus espaldas; al sureste.

· ── Escuche a unos adolescentes venir al distrito a por un poco de botana, pero eran de una granja organizaran una fiesta de disfraces, me intereso asi que salpique un poco de mi sangre en la espalda de uno...Nos guiara. ── ·

Aquel último gesto parecía el típico movimiento que intentaba consentir a alguien, por lo que se acercó lentamente hasta su hermano levantando las cejas a la vez que se asomaba a ver el contenido de la calabaza. Una sonrisa maliciosa volvió a aparecer en su rostro, dando unos ligeros saltitos en su posición acompañados de unos aplausos.

— ¡Y son de mujeres jóvenes! ¡Tal como me gustan! ¡Gracias Onii-chan! ¿Y tú que comerás? —

Metió la mano sacando de esta un brazo, al cual le dio un mordisco para arrancar la mano, dejando lo demás dentro. Sostenía la mano entre las suyas, como si se tratara de una barra de chocolate comenzó a dar mordidas.

— ¿Y a dónde iremos hoy Onii-chan? —

Su ceja izquierda se levanta y la expresión extrañada no tardo en dibujarse en el rostro asqueroso de aquel demonio. Solo se tomaba entre dedos de la cien y se presionaba un poco de manera que suspira despacio, para su suerte esto lo aguantaría ya que confusiones de esta índole ya se dieron así que solo se explicaría con calma.

· ── No digas tonterías, este es un adelanto que traje para que vayas comiendo, la noche sera larga ademas algunos estarán un tanto escondidos o estarán en zonas mas alejadas. Ademas tambien quiero pasear contigo ── ·

Agita nuevamente y despacio aquella calabaza ofreciendola nuevamente.

La menor se encontraba sentada en el tejado de la casa de placer para la que trabajaba con un espejo de mano dándole un último toque a sus labios. Bajó el espejo al escuchar aquella familiar voz, y una sonrisa apareció en su rostro al ver aquella calabaza; sus ojos parecían diamantes por el brillo que ver aquello le ocasionó pero se desvaneció de manera inmediata, cruzándose brazos e indignándose a punto de comenzar un drama.

— ¿Te adelantaste? O sea que, ¿hoy ya no me llevarás? ¿Entonces para qué me arreglé? —

A paso lento aquel demonio lunar se acomodaba su corbata en aquel traje que llevaba como disfraz, uno bastante peculiar, siniestro y algo arrugado, pero era el que había preparado con su hermana. Llevaba una calabaza la cual estaba manchada de sangre goteando desde las cuencas triangulares aquel liquido escarlata desde el contenido; ante brazos rajados de mujeres jovenes los cuales puso como si fueran "Dulces". Se los entrego una vez llegado a ella. · ── Parece que ya estas lista, bueno fui adelantando un poco ayer a la noche, espero te guste nee-chan. ── ·