<<+>> Rodea el cuerpo de la menor entre aquellos fornidos y palidos brazos conforme apretujaba el cuerpo de esta contra el suyo en un abrazo posesivo, con sus comisuras que se elevaban en una sonrisa confiada y triunfante que luego acompaño con su mirar al frente entre aquellos delgados ojos.
· ── ... Y cuando eso pase, seremos nosotros quien les traigamos a este mundo, sus cazadores y Hashiras, una prueba del infierno que vivimos, seremos su maldicion. Jmjmj.
Era de prever que cuanto mas peleaba sola, mas se dejaba llevar al punto que ahora la cabeza de la menor no era mas que una neblina de ira, cegándola y sin divisar otras alternativas.
Cuando el azabache noto que sus palabras y tus tratos estaba funcionando se sintió aliviado, mas bien no tanto, es su hermano y sabe como llegar aquellos arrebatos de frustración, cuando los tejidos en la piel se enlazaban y la imagen de su hermana volvía solo la acoja entre brazos, no obstante ahora la menor se desahogaba entiendo la frustrante derrota. Solo sus huesudos dedos peinaban aquellos cabellos blancos como la nieve mientras su pecho atajaba las lagrimas.
· ── Tranquila, ¿lo vez? no fue tan difícil, a nadie le gusta perder contra un imbécil pero tu seras mas fuerte conforme sigas luchando, ganando y consumiendo mas cuerpos. Incluso superarme, oh Nee-chan, no eres inutil solo un poco idiota.(?) <<+>>
—¡Mátalo! ¡Mátalo! ¡Quiero sus ojos Onii-chan! ¡Colguemos sus sesos también como bandera y mandémosle un mensaje a todos los demás Hashiras! ¡Malditos hijos de puta! ¡Ve mis piernas como quedaron! ¡Mis piernas! —
Sus manos pasaron a ser puños, golpeando el suelo de la desesperación, quería vengarse en ese mismo instante de aquel estúpido Hashira. Estaba a punto de comenzar a berrear nuevamente, hasta que sintió el tacto de su hermano, calmándose poco a poco, enjugándose las lágrimas con una parte de su faja.
Levantó la mirada para verlo directamente a aquellos ojos amarillos, y conforme los sollozos iban cesando, se concentró lo suficiente para que las heridas que tenía en el rostro comenzasen a regenerar aquellas partes de su cuerpo ensangrentadas por el daño ocasionado debido a su pelea con el hashira. Una vez que volvía a lucir hermosa, se abalanzó a los brazos de su hermano, comenzando a llorar ocultando su rostro en el pecho desnudo de aquel. (+)
· ── Descuida, esto no va a quedar asi de simple, ese desgraciado terminara siendo carne rebanada y con el pedazo de estomago abierto decorando en en el parque.
Puntualizo de forma amenazante, aun que su tono fuera todo lo contrario este simplemente confiaba en que lo haria pagar. Tomaba las mejillas de la menor lo primero era levantar su rostro y acto seguido le acomodaría el ojo izquierdo en su lugar.
· ── ¡Shhhhhhh!
Intenta callarla conforme intentaba mimarla, paseando sus delgados dedos y sus largas uñas amarillas en la piel manchando estas con la sangre.
· ── Solo estas frustrada, te esforzaste al máximo, como siempre lo haces en todo Nee-chan, solo tuviste ligera dificultad, pero iras mejorando. . .Mírame y concéntrate. . .
Aclara pegando su frente con la ajena, ahora cara a cara intenta hacer que la cercanía haga que sus pensamientos se organicen.
— ¡Onii-chaaaaaaaan! ¡No es cierto! ¡Estoy fea, fea, fea! ¡Parezco una simple campesina de donde habitábamos! ¡Ese tonto Hashira me hizo fea! Pero al menos sumamos uno más a nuestra lista… pero ¡Onii-chaaaaan! ¡Ayúdame! —
No puede evitar derramar un mar de lagrimas al ver su apariencia, cubriéndose la cara con sus manos ensangrentadas. Su berrinche no le permitía pensar con claridad, ni mucho menos regenerarse. (?)
· ── Siempre, no solo eres bonita por la obvia apariencia que ganaste y de la cual fuiste bendecida, si no por la forma en la que luchas y aun asi te abres paso. Hmmm...¿Hashira?, no olvides que puedes regenerarte Nee-chan.
