22-25, M
No me quieres hacer enojar.
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angerizze · F
━━━「 ❝♔❞ 」━━━
◦ ＭＡＢＥＬ ✘ ＧＬＥＥＦＵＬ ◦ʀ ᴇ ᴠ ᴇ ʀ s ᴇ ۰ ғ ᴀ ʟ ʟ s
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»❝ Dipper no me hace caso . . . ❞«
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»❝ Dipper no me hace caso . . . ❞«
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P1553550 · F
P1553550 thinks you are Mysterious.
P1553550 · F
Amodorrada y somnolienta, Pacifica había pasado toda la mañana tumbada sobre el pequeño sofá de la sala de estar. «¡Vaya verano!», pensaba para sí. Aquél recién comenzaba y el calor ya se había vuelto sofocante.
Cuando logró abrir los ojos, éstos se convirtieron en dos pequeñas rendijas azules. Soltó un profundo bostezo y se permitió tomar el control remoto del televisor, pulsando así, el botón de encendido. La pantalla emitió un pitido y consecuentemente, una clara imagen se mostró: se trataba de un ojo al centro de una estrella multicolor, la misma coronaba una amplia carpa de llamativos colores azulados. «La Tienda de la Telepatía», o por lo menos ese era el nombre que le dio el presentador.
La chica saltó sobre su asiento.
❥ —¡Ese debe ser el comercial del que hablaba Gideon!—Exclamó con efusividad, como si de un momento a otro hubiese recobrado todas sus energías—. ❥ ¡Definitivamente tengo que ir!—Decía como si estuviese intercambiando diálogo con la voz de la televisión.
En cuanto el anuncio acabó, se dirigió a una pequeña mesita donde reposaba el teléfono. Tomó el aparato y de inmediato marcó un número conocido: el de su mejor amigo. Sin embargo, no esperó lo que sucedió a continuación. Él se negó rotundamente a ser su acompañante, pues, según sus fuentes, los anfitriones no resultaban para nada de fiar.
Pacifica colgó con resignación. Para la próxima invitación que le hiciese, ¡lo cargaría de ser necesario!
Cuando por fin llegó la noche, ella se alistó para salir. Tomó el rumbo indicado, y de pronto se encontró con la tienda que albergaba a los videntes. ¡Qué emoción! Pagó el precio de su boleto y se apresuró a caminar hacia el interior.
Por alguna razón, le recordaba bastante a la Cabaña del Misterio.
Finalmente las luces se oscurecieron, y la joven esperó por la introducción.
Cuando logró abrir los ojos, éstos se convirtieron en dos pequeñas rendijas azules. Soltó un profundo bostezo y se permitió tomar el control remoto del televisor, pulsando así, el botón de encendido. La pantalla emitió un pitido y consecuentemente, una clara imagen se mostró: se trataba de un ojo al centro de una estrella multicolor, la misma coronaba una amplia carpa de llamativos colores azulados. «La Tienda de la Telepatía», o por lo menos ese era el nombre que le dio el presentador.
La chica saltó sobre su asiento.
❥ —¡Ese debe ser el comercial del que hablaba Gideon!—Exclamó con efusividad, como si de un momento a otro hubiese recobrado todas sus energías—. ❥ ¡Definitivamente tengo que ir!—Decía como si estuviese intercambiando diálogo con la voz de la televisión.
En cuanto el anuncio acabó, se dirigió a una pequeña mesita donde reposaba el teléfono. Tomó el aparato y de inmediato marcó un número conocido: el de su mejor amigo. Sin embargo, no esperó lo que sucedió a continuación. Él se negó rotundamente a ser su acompañante, pues, según sus fuentes, los anfitriones no resultaban para nada de fiar.
Pacifica colgó con resignación. Para la próxima invitación que le hiciese, ¡lo cargaría de ser necesario!
Cuando por fin llegó la noche, ella se alistó para salir. Tomó el rumbo indicado, y de pronto se encontró con la tienda que albergaba a los videntes. ¡Qué emoción! Pagó el precio de su boleto y se apresuró a caminar hacia el interior.
Por alguna razón, le recordaba bastante a la Cabaña del Misterio.
Finalmente las luces se oscurecieron, y la joven esperó por la introducción.
s1543484 · F
s1543484 thinks you are Awesome.
vampireultimate · M
† No recuerdo quien acepto a quien; por lo que puede ver no soy muy afecto a este tipo de lugares. Pero no esta de mas el agradecer me aceptara entre sus contactos † El demonio se inclino en forma de reverencia, no era propio de él mostrar respeto ante mortales u otro tipo de seres, su orgullo no le permitía doblegarse ate nadie. O ese seria el príncipe de antaño, el cariño hacia una única estrella le había cambiado por completo su mundo. † Espero no le moleste lleve a cabo R+18, no pretendo ofender a nadie, tanto hombres como mujeres. Solo le informo que si desea eliminarme esta en su completo y total derecho, y pido no reporte la cuenta. ... †
M1551763 · 31-35, F
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"¿Hm...?"
Mary se sorprendió al oír los rumores acerca de alguien aventurándose a través de la galería, por lo que tan pronto como pudo, dejó su libro de dibujos sobre una mesa y fue a investigar.
Sus pasos la llevaron a un largo corredor, sitio dónde (a lo lejos) logró visualizar al intruso. Se trataba de un simple muchacho de cabello castaño, y una muy peculiar marca inmortalizada en su frente. El patrón de esta última despertó de inmediato el interés de Mary, quien contuvo el impulso de acercarse violentamente para picarla con la punta de su dedo índice.
Se detuvo antes de dar el primer paso, pensando: ¿Se encontraría solo? Y más importante aún, ¿habría dado ya con su rosa?
Preguntárselo a sí misma no la llevaría a ningún sitio, y Mary estaba plenamente consciente de que debía moverse rápido. Así fue como inició la obra en la cuál su papel era el de una inocente chica extraviada, y el muchacho, su nuevo compañero de juegos.
La niña marchó entonces en dirección al extraño, mirando de un lado a otro como si aquel sitio le resultara escalofriante.
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"¿Hm...?"
Mary se sorprendió al oír los rumores acerca de alguien aventurándose a través de la galería, por lo que tan pronto como pudo, dejó su libro de dibujos sobre una mesa y fue a investigar.
Sus pasos la llevaron a un largo corredor, sitio dónde (a lo lejos) logró visualizar al intruso. Se trataba de un simple muchacho de cabello castaño, y una muy peculiar marca inmortalizada en su frente. El patrón de esta última despertó de inmediato el interés de Mary, quien contuvo el impulso de acercarse violentamente para picarla con la punta de su dedo índice.
Se detuvo antes de dar el primer paso, pensando: ¿Se encontraría solo? Y más importante aún, ¿habría dado ya con su rosa?
Preguntárselo a sí misma no la llevaría a ningún sitio, y Mary estaba plenamente consciente de que debía moverse rápido. Así fue como inició la obra en la cuál su papel era el de una inocente chica extraviada, y el muchacho, su nuevo compañero de juegos.
La niña marchó entonces en dirección al extraño, mirando de un lado a otro como si aquel sitio le resultara escalofriante.
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