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User1557042 · M
[code]El tiempo pasó rápido a partir del lanzamiento de las piedras. Tuvo oportunidad de ver como la mujer disparaba tras la abertura que creó, pero de ahí todo se movió tan rápido que podría jurar que en un par de parpadeos la vida dio unos bruscos saltos hasta el momento en que cayeron dentro de la vagoneta. Había perdido sus lentes y la mano le sangraba por el roce de la bala, pero no le prestó tanta atención. La agente había recibido un disparo más certero sobre el cuerpo, algo que había notado durante todo ese tiroteo. Intentó recuperar su atención al morder suavemente su labio inferior, más no sirvió. La cabeza simplemente le daba vueltas por el viaje tan brusco que tuvieron. Ni siquiera sabía que podía hacer algo de ese estilo por lo que terminó tomándolo desprevenido.
Poco a poco su visión dejaba de estar borrosa, sus oídos perdían ese pequeño chirrido molesto y su atención logró captar las palabras de la mujer.— ¿Tan increíble es que te salven con una piedra? —cuestionó conforme se acomodaba en la superficie de la vagoneta. Cerró los ojos y separó un poco los labios para dejar que escapara un profundo suspiro. Necesitaba tiempo para descansar después de todo ese ajetreo, y aunque estaba acostumbrado a ese tipo de vida, ese tipo de teletransportación lo sacó de sus sentidos. Jamás entendería como alguien podía acostumbrarse a eso.
Finalmente, y después de unos minutos, logró recuperar totalmente su control sobre el cuerpo. Se sentía mejor, a pesar de que la mano seguía goteando sangre. Se movió poco a poco hasta poder salir del vehículo. Aún se escuchaban los gritos de las personas y múltiples sirenas que martillaban ligeramente su cabeza.— ¿Necesitan algo de mí o puedo retirarme? —cuestionó con un tono ligeramente asustado. Tenía un papel que cumplir para no levantar sospechas de más, pero realmente prefería irse de ahí. Estar con "uniformados" no era totalmente de su gusto, mucho menos cuando ayudó a salvar lo que tenía pensado en robar. Tenía una investigación que llevar acabo para dar con el culpable de ese estúpido atraco a mano armada.[/code]
Poco a poco su visión dejaba de estar borrosa, sus oídos perdían ese pequeño chirrido molesto y su atención logró captar las palabras de la mujer.— ¿Tan increíble es que te salven con una piedra? —cuestionó conforme se acomodaba en la superficie de la vagoneta. Cerró los ojos y separó un poco los labios para dejar que escapara un profundo suspiro. Necesitaba tiempo para descansar después de todo ese ajetreo, y aunque estaba acostumbrado a ese tipo de vida, ese tipo de teletransportación lo sacó de sus sentidos. Jamás entendería como alguien podía acostumbrarse a eso.
Finalmente, y después de unos minutos, logró recuperar totalmente su control sobre el cuerpo. Se sentía mejor, a pesar de que la mano seguía goteando sangre. Se movió poco a poco hasta poder salir del vehículo. Aún se escuchaban los gritos de las personas y múltiples sirenas que martillaban ligeramente su cabeza.— ¿Necesitan algo de mí o puedo retirarme? —cuestionó con un tono ligeramente asustado. Tenía un papel que cumplir para no levantar sospechas de más, pero realmente prefería irse de ahí. Estar con "uniformados" no era totalmente de su gusto, mucho menos cuando ayudó a salvar lo que tenía pensado en robar. Tenía una investigación que llevar acabo para dar con el culpable de ese estúpido atraco a mano armada.[/code]
Okidoki //
User1557042 · M
[code]Las investigaciones que había recolectado Blake en sus salidas como Joker le habían llevado hasta el descubrimiento de una interesante y jugosa información. En unos días, cierto objeto de gran valor histórico pasaría a ser exhibido en uno de los museos más importantes del país. Sería sumamente fácil robarlo, según su criterio. No obstante, debía pasarse el día anterior para poder revisar la seguridad y observar como se movían los guardias; memorizar sus rutas de patrullaje. Una tarea más sencilla que robar el objeto de valor, debido a que su manera de mezclarse con la multitud era envidiable hasta para alguien entrenado en el espionaje. Incluyendo que nadie sospecharía de su tapadera, aquel perfecto papel que usaba para mantenerse debajo del radar.
El día finalmente había llegado, y como planeó, estaba caminando entre las masas para observar hasta el más mínimo detalle de las medidas de seguridad. Medidas bastante toscas y predecibles, inclusive, descubrió varios agentes infiltrados como civiles. ¿Cómo es qué lo sabía? Sus gestos corporales. Eran libros totalmente abiertos para quién poseyera la suficiente perspicacia para ver como caminaban, como gesticulaban sus expresiones faciales y como hablaban. Aún así, no les prestó tanta atención. Lo único que importaba era ver la seguridad que rodeaba la vitrina del guante. Misma exposición que curioseó bajo la incredulidad de un estudiante. Mostró asombro en su semblante y se quedó embelesado por el diseño que poseía, pero era totalmente actuado. Sus ojos veían los sistemas electrónicos que rodeaban el cristal, notando un sistema de infrarrojos y una base con medidor de peso. Algo común, y que ya se había enfrentado con anterioridad. El problema era el peso, desconocía totalmente ese dato y no estaba registrado en la información que había puesta en la ficha de información. Tendría que tomarlo y huir rápido, pero primero trazaría una ruta de escape adecuada.
Ya no había nada más que ver, por ende se alejó. Caminó por los pasillos observando ventanas y entradas, mirando las posibilidades que lo llevarían a salir rápido y sin enfrentamientos directos con los guardias. Estaba tan centrado creando un mapa mental que la primera explosión logró aturdir completamente su mente. El sonido retumbó en sus oídos, dejándolo momentáneamente sordo por la cercanía que mantenía con el primer ataque. Poco a poco comenzó a recuperar la percepción del oído, escuchando gritos y sollozos a la lejanía. Se recargó por segundos contra una pared cercana para recuperar el equilibrio que perdió ante la desorientación provocada por el atentado, pero fue ahí que se escuchó otra explosión. Una más lejana, posiblemente una distracción para crear más caos entre los civiles.
Sacudió la cabeza y logró centrarse. Estaba cerca del guante, así que partió corriendo hacía ahí. Fue rápido en su movimiento, tardando menos de un minuto en llegar. Más su recibimiento fue una ráfaga de disparos que logró esquivar por simples reflejos y un ágil movimiento, ocultándose detrás de una gruesa pared. No tuvo tiempo de ver bien el escenario, pero los escasos segundos que apreció pudo ver a tres hombres enmascarados y armados con algo parecido a un AK-47, aunque poseía un tamaño más pequeño. Seguramente una variante del arma reconocida mundialmente por su potencia de fuego. No tenía forma de defenderse ni atacar, pero debía evitar que consiguieran ese objeto. Miró a su alrededor y notó a una mujer empuñando un arma, escondida detrás de una columna. ¿Una agente encubierto? ¿Qué hacía ahí sin esperar refuerzos? Más preguntas cruzaron su mente, pero los gritos de los hombres lo sacaron de su trance meditativo. A juzgar por el tono de voz y el idioma que hablaban, eran rusos. Blake les entendía perfectamente y estaban discutiendo sobre que hacer con las dos personas que estaban escondidas.— Ubey ikh, idiot. —ordenó uno. Todo pintaba mal, pues dieron la orden de matarlos. Seguidamente se escucharon pasos, la tensión creció y la mente del joven azabache trabajó. Tenía que darle oportunidad a la mujer que portaba el arma para atacar, así que él sería el cebo para crear una oportunidad. Inhaló con suavidad y tomó un par de rocas que había cerca de él, pequeños escombros que servirían para arrojarlos. Retiró los lentes de su rostro y con el poco reflejo buscó la ubicación de los hombres que se acercaban, pero en ese momento recibió otra ráfaga de balas que destruyó sus lentes y creó una herida en la zurda por el roce de bala. La sangre brotó, pero no le importó. Volteó a ver a la mujer y asintió, casi indicándole que se preparara aunque no sabía si entendería. Aún así, y con todo en su contra, se levantó y arrojó dos pequeñas rocas directamente hacía las cabezas de ambos hombres. Su puntería fue certera, y un golpe secó los dejó ligeramente aturdidos.[/code]
El día finalmente había llegado, y como planeó, estaba caminando entre las masas para observar hasta el más mínimo detalle de las medidas de seguridad. Medidas bastante toscas y predecibles, inclusive, descubrió varios agentes infiltrados como civiles. ¿Cómo es qué lo sabía? Sus gestos corporales. Eran libros totalmente abiertos para quién poseyera la suficiente perspicacia para ver como caminaban, como gesticulaban sus expresiones faciales y como hablaban. Aún así, no les prestó tanta atención. Lo único que importaba era ver la seguridad que rodeaba la vitrina del guante. Misma exposición que curioseó bajo la incredulidad de un estudiante. Mostró asombro en su semblante y se quedó embelesado por el diseño que poseía, pero era totalmente actuado. Sus ojos veían los sistemas electrónicos que rodeaban el cristal, notando un sistema de infrarrojos y una base con medidor de peso. Algo común, y que ya se había enfrentado con anterioridad. El problema era el peso, desconocía totalmente ese dato y no estaba registrado en la información que había puesta en la ficha de información. Tendría que tomarlo y huir rápido, pero primero trazaría una ruta de escape adecuada.
Ya no había nada más que ver, por ende se alejó. Caminó por los pasillos observando ventanas y entradas, mirando las posibilidades que lo llevarían a salir rápido y sin enfrentamientos directos con los guardias. Estaba tan centrado creando un mapa mental que la primera explosión logró aturdir completamente su mente. El sonido retumbó en sus oídos, dejándolo momentáneamente sordo por la cercanía que mantenía con el primer ataque. Poco a poco comenzó a recuperar la percepción del oído, escuchando gritos y sollozos a la lejanía. Se recargó por segundos contra una pared cercana para recuperar el equilibrio que perdió ante la desorientación provocada por el atentado, pero fue ahí que se escuchó otra explosión. Una más lejana, posiblemente una distracción para crear más caos entre los civiles.
Sacudió la cabeza y logró centrarse. Estaba cerca del guante, así que partió corriendo hacía ahí. Fue rápido en su movimiento, tardando menos de un minuto en llegar. Más su recibimiento fue una ráfaga de disparos que logró esquivar por simples reflejos y un ágil movimiento, ocultándose detrás de una gruesa pared. No tuvo tiempo de ver bien el escenario, pero los escasos segundos que apreció pudo ver a tres hombres enmascarados y armados con algo parecido a un AK-47, aunque poseía un tamaño más pequeño. Seguramente una variante del arma reconocida mundialmente por su potencia de fuego. No tenía forma de defenderse ni atacar, pero debía evitar que consiguieran ese objeto. Miró a su alrededor y notó a una mujer empuñando un arma, escondida detrás de una columna. ¿Una agente encubierto? ¿Qué hacía ahí sin esperar refuerzos? Más preguntas cruzaron su mente, pero los gritos de los hombres lo sacaron de su trance meditativo. A juzgar por el tono de voz y el idioma que hablaban, eran rusos. Blake les entendía perfectamente y estaban discutiendo sobre que hacer con las dos personas que estaban escondidas.— Ubey ikh, idiot. —ordenó uno. Todo pintaba mal, pues dieron la orden de matarlos. Seguidamente se escucharon pasos, la tensión creció y la mente del joven azabache trabajó. Tenía que darle oportunidad a la mujer que portaba el arma para atacar, así que él sería el cebo para crear una oportunidad. Inhaló con suavidad y tomó un par de rocas que había cerca de él, pequeños escombros que servirían para arrojarlos. Retiró los lentes de su rostro y con el poco reflejo buscó la ubicación de los hombres que se acercaban, pero en ese momento recibió otra ráfaga de balas que destruyó sus lentes y creó una herida en la zurda por el roce de bala. La sangre brotó, pero no le importó. Volteó a ver a la mujer y asintió, casi indicándole que se preparara aunque no sabía si entendería. Aún así, y con todo en su contra, se levantó y arrojó dos pequeñas rocas directamente hacía las cabezas de ambos hombres. Su puntería fue certera, y un golpe secó los dejó ligeramente aturdidos.[/code]
User1535061 · M
Te puedo dar una infusión.— Le dice Camile mientras parece ronronear cual gato embelesado con su dueño, pero Ji se remueve para evitar más contacto entre ambos. Está a punto de decirle algo cuando Ten aparece en escena y entonces es ella quien hace el trabajo rudo por él. Mira a Camile con una sonrisa de satisfacción en los labios y obedece a su hermana cuando le indica que le siga. Ten y Ji son hijos de Hades, ambos nombrados por él como una burla a su hermano Zeus. Fueron enlistados en una organización que recluta mestizos para mostrarles los deberes que tienen con los humanos, entre ellos, cazar a quien quiera dañarles.
Cuando se encuentra a la par de la más baja le codea.
—¿Desde cuándo eres tan ruda?
La cuestiona mientras mira al frente, pero no es eso precisamente lo que quiere compartir con ella, no, le gustaría decirle que tras la última misión juntos algo afectó a su sistema nervioso y los canales de energía que circulan por su cuerpo, es más lento en reacción y sus habilidades por igual. Mira a un lado y al otro para asegurarse de que las paredes no oyen y se detiene justo cuando llegan a la habitación, abre la puerta y le toma del brazo para meterle dentro.
— Necesito que alguna ninfa o bruja me revise, algo está fallando, Ten.
Es entonces cuando se quita la camisa para mostrarle los tonos violetas que le adornan la musculatura y la línea azul que recorre su columna a un costado de la línea negra que le han tatuado.
Cuando se encuentra a la par de la más baja le codea.
—¿Desde cuándo eres tan ruda?
La cuestiona mientras mira al frente, pero no es eso precisamente lo que quiere compartir con ella, no, le gustaría decirle que tras la última misión juntos algo afectó a su sistema nervioso y los canales de energía que circulan por su cuerpo, es más lento en reacción y sus habilidades por igual. Mira a un lado y al otro para asegurarse de que las paredes no oyen y se detiene justo cuando llegan a la habitación, abre la puerta y le toma del brazo para meterle dentro.
— Necesito que alguna ninfa o bruja me revise, algo está fallando, Ten.
Es entonces cuando se quita la camisa para mostrarle los tonos violetas que le adornan la musculatura y la línea azul que recorre su columna a un costado de la línea negra que le han tatuado.
Suenan interesante ambas historias, podríamos discutirlas mejor en el chat :D
SW-User
Fácil, demasiado fácil. Las piezas del rompecabezas que tenía semanas armando parecían caer, acomodarse por sí solas, ahí, frente a él. Ya había notado la atención que recibía por parte de aquellos sujetos en la barra, ésta sólo se acentuó cuando aquella muchacha dijo esas palabras, casi como si le hubiesen escuchado.
—Las luces van a apagarse en treinta segundos. Vamos a salir por la trastienda.—
Esa fue su respuesta. Su calculador semblante apenas se inmutó cuando la chica mencionó el asesinato, pero había vuelto a su dejo usual.
Tomó su móvil y mandó un mensaje rápido. Inhaló hasta llenar sus pulmones, dejó un par de billetes sobre la mesa. Finalmente, y tras recibir confirmación del cantinero, amigo suyo, mediante un gesto rápido, tomó a la chica y su acompañante por la muñeca. Se puso de pie y a rastras los llevó a la saluda secundaria, oculta tras un par de barricas, en el momento en que el lugar quedó a oscuras, entre quejas y reclamaciones de los clientes.
—Suban, rápido.—
Una nueva orden dio cuando se vieron afuera. Sin dar tiempo de explicaciones, ya estaban frente al auto que horas antes había rentado.
—Las luces van a apagarse en treinta segundos. Vamos a salir por la trastienda.—
Esa fue su respuesta. Su calculador semblante apenas se inmutó cuando la chica mencionó el asesinato, pero había vuelto a su dejo usual.
Tomó su móvil y mandó un mensaje rápido. Inhaló hasta llenar sus pulmones, dejó un par de billetes sobre la mesa. Finalmente, y tras recibir confirmación del cantinero, amigo suyo, mediante un gesto rápido, tomó a la chica y su acompañante por la muñeca. Se puso de pie y a rastras los llevó a la saluda secundaria, oculta tras un par de barricas, en el momento en que el lugar quedó a oscuras, entre quejas y reclamaciones de los clientes.
—Suban, rápido.—
Una nueva orden dio cuando se vieron afuera. Sin dar tiempo de explicaciones, ya estaban frente al auto que horas antes había rentado.
User1557042 · M
[med][code]Off:[/code][/med]Haha. No es nada, gracias a ti por enviarla. Se hace lo que se puede, aunque he tenido ganas de modificar un poco el diseño de la data. Y por último, dependiendo de que faceta quieras de mi personaje. Blake se adapta a casi todo. ¿Qué tienes ganas tú? ¿Un robo? ¿Algo más tranquilo? ¿Explosiones? ¿Un paseo por el parque? Estoy abierto a lo que sea.
JOs1575447 · F
| ¡Hola! Gracias a ti por enviarlo. Me encantaría rolear cualquier trama que tengas en mente, sin duda. 🤗
~Vaya que entusiasmo.
Pues en mi perfil he puesto algo de información que pondré lo demás ya más tarde.
Pues los géneros que tengo son Accion, Sci-fi, Gore etc...
Aunque puedo acoplarme a lo que tengas. 😈
Pues en mi perfil he puesto algo de información que pondré lo demás ya más tarde.
Pues los géneros que tengo son Accion, Sci-fi, Gore etc...
Aunque puedo acoplarme a lo que tengas. 😈
Off: fue un gusto, espero llevarnos bien y podamos ser amigas. <3 estoy abierta a cualquier trama. ¿Tienes alguna en mente?
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