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Mision code: B.R.0.

𝑅𝑜𝑙 𝑝𝑟𝑖𝑣𝑎𝑑𝑜.
 
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As1526751 · M
[code]Sin duda, se había oxidado o se había acostumbrado a dar caza a escorias sin valor. Una completa pena y decepción que alguien de su manada se volviera tan jodidamente perezosa en su técnica.

En primera instancia, su cuerpo no cedió al peso extra ni a la fuerza del impacto originada por la simpleza de caer sobre él, por lo que le fue sencillo reaccionar y bloquear el movimiento del brazo ajeno con su propio antebrazo izquierdo para impedir el puto degollamiento.

Ya lo había vivido antes, y por sus cojones que no lo viviría de nuevo.

Seguido del bloqueo, y con rapidez, extendió el brazo derecho por encima de la cabeza para tomar el cuello de su atacante e intentar atrapar a la pequeña liebre como realmente se sujetaban aquellos animales.

Conocía la destreza femenina y, si no había mejorado en su reacción, éste le tomaría con fuerza suficiente para lanzarla contra el basurero cercano... Una forma atípica, y literal, de colocarla en su lugar.[/code]
As1526751 · M
[code]Un aroma reconocible y entrañable, una noche asquerosamente aburrida y una cantidad insana de alcohol dentro de su organismo. Sí, todo apuntaba a que el desenlace valdría el jodido esfuerzo, pero primero debía atraer a ese lobo que fingía saltar alegremente entre la pradera sin notar que esa ciudad era la puta jungla donde residía un verdadero monstruo.

El desgraciado ni siquiera tenía que finir estar ebrio porque realmente lo estaba. Sus sentidos estaban adormecidos, pero ni de esa forma su guardia quedaba completamente expuesta; más si que estaba oculto en ese constante tambaleo originado a su entorpecido sentido del equilibrio.

Tarareaba una vieja canción de cuna cuando algo cayó sobre su cuerpo. Era más liviano de lo que esperó para esas escandalosas pisadas que efectuaba la mujer, pero no tardó en notar el reflejo del cuchillo sobre su rostro cuando apuntaron a su cuello con una maniobra lenta, pero efectiva para cualquier otra victima. [/code]
As1526751 · M
[code]El jodido hartazgo de su monótona vida estaba llegando a sus límites, y el deseo de crear una guerra entre naciones, por simple diversión, estaba cruzando su mente cuando una noticia llegó a sus oídos.

¿Por qué no? Hace tiempo que no jugaba a ser la presa y no el cazador. Sí, un cambio de aire le vendría perfecto para calmar a esos bastardos que moraban por su mente como ecos recurrentes en cada pensamiento.

El juego inició cuando siguió un patrón arraigado a sus propios gustos; beber, coger y dormir. Sonaba sencillo de llevar acabo, pero un animal no podía fingir seguir una estúpida rutina: debía seguir su instinto y desfogar esos deseos mundanos de manera en que esa bestia se saciara por completo. Así, y únicamente de esa forma, podría emitir la vulnerabilidad de ser una presa sencilla a manos de un verdadero depredador.[/code]
Cv1574201 · F
Algo que le pareció curioso, fue no haber podido percibir sus colores. Era como si no tuviese ninguno... Qué lástima. No podría investigarlo por tener que matarlo a las prisas. Terrible pérdida de sujeto de pruebas.

Una vez la figura masculina se metió entre los callejones, Czarina desenfundó su NR-40 qué llevaba amarrado al muslo y tras medir las distancias entre ambos se dejó caer con la idea de aterrizar sobre sus hombros y así degollarlo antes de que pudiese emitir una sola palabra.
Cv1574201 · F
Fue una tarea sencilla dar con el objetivo, aunque la verdadera ayuda fue la información sobre la hora y el lugar, más que por lo vago de su aspecto. Czarina no solía mostrar gran interés por las personas a las que mataba, pero siempre le habían comentado detalles de sus víctimas para que no cometiera ningún error; le supo mal el hecho de que en esta ocasión no le brindarán más allá de un par de cosas. Sin embargo, ese contrato no era por placer o dinero, sino por obligación, así que decidió ir en contra de todas las enseñanzas de sus mayores y acabar con eso de una buena vez sin darle más vueltas.

Se hizo pasar por una camarera la mayor parte de la noche. Observó al hombre, pero no le sirvió ni se acercó a charlar con él, tal y como le habían recomendado. Sólo tuvo que esperar pacientemente a que este saliera del lugar para poder escabullirse y seguirlo desde los tejados las viviendas. Donde podía tener una mejor visión de su presa y una oportunidad óptima de aproximación.
Cv1574201 · F
Estambul, Turquía.
10 p.m.

Varios factores se debían tener a consideración cuando se trataba de aceptar contratos como asesino a sueldo; por ejemplo: la experiencia, la suma de dinero, el traslado, el modo, etc. Pero la menos favorita para Czarina tenía que ver con el honor. Ó en una palabra mejor adaptada para ella, con la deuda.

"Suele vestir gabardinas largas que cubren bien su físico, pero he investigado y parece trabajado. Es fuerte, pero no parece estar en posesión de ninguna habilidad sobrenatural. Se pasea por los bares de Estambul por las noches; te envío la posición exacta en la que pensamos que estará hoy. No me importa si lo haces sufrir o si lo acabas rápido, mi recomendación sería que no le des tiempo de razonar ni que intentes establecer una conversación. Es un maestro de la manipulación. Sólo mátalo y tu deuda conmigo estará saldada."

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