« Back to Album · Next »
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
Css1563493 · 31-35, M
Era como si el viento se convirtiese en oboes, o el rumor de la vida escondida bajo la nieve tomase la forma de palpitaciones; Sirius podía sentir los impulsos y pulsaciones en el ambiente, percibiéndolos como señales en una partitura y dándoles vida a la vez; componer era algo natural para él, quien aprehendía esas sutiles vibraciones y las trasladaba al piano, violín, clarinete, o cualesquiera que fuese el instrumento apropiado para transmitir la emoción del momento. A falta de hojas, una rama seca sirvió al propósito, trazando sobre la nieve las huellas de la música sistematizada a medida que Sirius imaginaba cómo podrían plasmarse en escritura. No importaba que la posterior nevada cubriera sus señales: él les daba forma para memorizarlas, interpretarlas en su fuero íntimo y apropiarse de ellas, con la esperanza de que, algún día, instrumentos reales les darían vida; su ambición se enfocaba en ello, en la realización de las mil y una melodías que moraban en su interior.
Add a comment...