« Back to Album · Next »
 
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
Css1563493 · 31-35, M
Finalmente, tras una larga caminata, se halló delante de un paraje apartado, donde solo algunas rocas protegidas por la nieve esperaban: el lugar perfecto para hallarse a sí mismo, y a las notas que pugnaban por salir de su pecho. Tomar asiento en un montículo y cerrar los ojos fueron acciones que ejecutó al unísono, acomodándose lo mejor que pudo sobre una piedra de buen tamaño, digna de servir como asiento. La música comenzó a fluir a través de él, magnánima y sempiterna, prestando un trozo de sí misma al varón para que éste la plasmara; los sonidos cobraban forma como imágenes dentro de su mente, evocando recuerdos y sensaciones que él se apresuraba a representar en un pentagrama imaginario - ojalá pudiese hacerlo en papel, mas su paupérrima condición se lo impedía.
 
Send Comment

Add a comment...
 
Send Comment