-Charlie por otra parte se había dedicado a ser el orgullo de su casa fortaleciendo su inteligencia y elegencia como toda señorita francesa además que en su familia las mujeres no jugaban Quidditch pero si eran fanáticas del deporte contando con el mellizo de Charlotte es uno de los mejores jugadores de Durmstrang por lo que sus veranos eran entretenidos, tomo el libro que le ofrecía antes de levantarse y arreglar su falda y cabello unos minutos- Por supuesto que no aunque eso dependerá como estés en las materias.

Y como olvidar, como él y su equipo arrasaron. Aún con la sorpresa del novato sensación que se hacía cada vez más ágil y veloz, aunque Crisant tenía que admitir que no siempre fue así. Cayó y cayó mucho para maniobrar bien. Lo tenía en la sangre era verdad, su familia por parte de su padre eran reconocidos en su momento por ser tan hábiles. Pero el no se jactaba de dicho renombre al contrario contaba sus inicios torpe y eso era lo que realmente le llenaba de orgullo. Le pasó el libro a la pelirroja, dejando de la palma de su mano descansara en la cubierta. ― Me parece bien, siempre y cuando no nos saltemos el almuerzo.

Digamos que estábamos seguros de que ganaríamos la copa pero nos diste la sorpresa-Admitio en una pequeña risa arqueando una ceja mirando a las otras chicas de forma seria antes de verle a el pensando un par de minutos antes de responder con una leve sonrisa por el sobrenombre que le dio recordando la primera vez que se conocieron y a lo largo de los años habían sido pocas las veces en las que compartían o incluso hablaban- Que tal ahora mismo? Cris

― ¿Por qué?, No puedo ser tan importante entre ustedes. ― Comentó el Capitán de los Thunderbird. Incluso hizo que sus ojos navegaran de su cabello a los ojos de la Horned Serpent. En principio sin palabras porque no espero la pregunta, pero era lo más normal por los cuchicheos a los que estaban expuestos. Algunas chicas de su propia casa volteaban dedicándole miradas tanto de sorpresa como de disgusto. ―
Que soy un chico con suerte, pero lo que no saben es que ya antes hemos hablado o quizás lo olvidaron, Charlie. ― Añadió el sutil sobrenombre producto del propio, quizás para simpatizar más. Lo cierto era que sus razones cien por ciento honestas. ― ¿Cuando empezamos? ¿Hoy mismo? ¿Mañana? ―

Eres el chico por el cual nuestro jefe de casa se ha puesto más malhumorado-Solto una ligera risa mirándole unos instantes en completa diversión le habían dicho otras cosas más pero prefería quedarse con ellas y comprobarlo por si misma cada una de ellas además de reconocer que el chico sabía jugar muy bien el Quidditch cosa que ella si bien lo entendía no lo practicaba pues no se le daba bien aquello pero si podía volar muy bien en escoba- Y de mi que te dijeron tus amigos?

― ¿En ese caso estoy de suerte?― "Pock" Se escuchó al cerrar su libro. Seguramente ella ya se habría percatado del título. Y no solo eso, sino que él mismo tenía que diciplinarse. Antes de la llegada de Charlotte, sus compañeros de Quidditch ya le habían echo uno que otro comentario; Sobre su inesperado horario de lectura, sobre si aquello no era una broma y unos más sobre la chica, "¿Te sientes afortunado de ir con la mejor de los Serpientes", Sacudió su cabeza y lentamente se irguió hasta dejar su postura tumbada en el primer peldaño. ― ¿Qué te han dicho de mi? Porque, casi no hablamos tanto y ahora me tendrás una hora o hasta más. ― Soltó añadiendo su toque cómico. Algunos de los compañeros ya volteaban a verlos. Impresionados de que aquellos dos mantuvieran una conversación quizás la más larga en mucho tiempo.

Puede ser, Cris.-Su tono de voz era bastante amable tomando asiento a su lado haciendo a un lado su cabello rojo mientras mira el libro que tenía en sus manos no pasando desapercibido que el chico estaba estudiando por lo que una sonrisa algo divertida se asomo en sus labios mientras cruzaba una pierna sobre la otra prestandole atención, se había dado la tarea de buscarle puesto que su jefe de casa le había dicho que tenía que darle clases recordaba muy bien como de conocieron en aquel incidente de hace años cuando tomaron su primera clase de vuelo y le ayudo con su pequeña hemorragia nasal-

No habían interactuado desde la primer clase de vuelo, donde el profesor dió indicaciones y en un intento de ayudar a la chica; le dió un golpe con el palo de la vieja escoba de práctica. Todo aquello le había hecho ver las famosas y graciosas estrellas que salían en las caricaturas de los 90's.
De un momento a otro, la tenía a su lado, ayudándole con la insignificante hemorragia nasal. Se sintió muy torpe. Y de solo recordar, Crisant soltó un risa proveniente desde su garganta. Tanto que hizo que dejara de prestar atención al libro de adivinación. Y fue el tono de voz femenil lo que le hizo volver en sí.
Elevó su mirada y allí estaba ella, justo de quien se acordó. Sus labios se arquearon y formó una sonrisa afable y radiante. No sabía que decir, pero le recibió de la mejor manera que podía incluso invitandola a sentarse aún costado de él con la mirada. ― Charlotte. ¡Justamente pensaba en ti! ¿Será que te invoque? ― Añadió con carisma.

No era malo en las notas como tal. Pero tampoco tenía una calificación excepcional. Para poder transferirse le pedían aquello como único requisito. Reconocido por llevarse la copa de las casas el año pasado haciendo campeón a los Thunderbird.
Pero aquello no era suficiente, su jefe de Casa le aconsejó tomar asesorías con sus compañeros o debido a que lo consideraran carismático; A chicos de otras casas con los que tuviera amistad. Y le recomendaron a la señorita, Charlotte Grainne.
Grainne, Grainne. Mencionó el moreno en su mente. Y de inmediato la asocio con el color rojo, así como su melena. Rojiza, piel blanca cuán porcelana con matices rosáceos.

-Charlie es una de las mejores estudiantes de la casa de las serpientes cornudas nunca presumía de ello a pesar de los rumores que se corrian sobre ella por el colegio pero para aquellos que la conozcan saben la verdad de ella que si bien es estricta sabe divertirse, conocía a la mayoría de sus compañeros de las otras casa pero Crisant Redford era un caso especial le conocía y podía decirse que eran amigos por lo que algunas veces cruzaban palabras, los tacones de sus botines resonaron por toda la habitación hasta llegar al frente del moreno sonriendole antes de llamarle por su nombre suavemente- Cristant