-miro con atención a la gigante mientras empuñaba el arco y pensando lo que le decía apretó los labios antes de soltar un suspiro- No... No me gustaría. -comento con honestidad-

Los arcos son comunes, antiguas y muy respetadas armas... no otorga la gloria del combate cuerpo a cuerpo según muchos. Pero todas sabemos la técnica...-Con su propio arco Veiðimaður, el gran hielo formado en una curva y muy grande extensión, más grande que un arco humano ya que era propio de la gigante. Le golpeó suavemente sus piernas, indicandole que le mirara. Había muchas formas correctas de disparar y usar un arma, a Skadi le habían marcado la más antigua de ellas, pies extendidos, cuya diestra avanzaría por delante arqueando suavemente su columna en dirección a su diestra, aquella que sostenía el arma de manera recta.- Nunca asesines a un animal sin razón únicamente para practicar ¿Te gustaría que un orco practique sus hachas contigo?

Son los mas comunes que conseguí, sirve para comenzar, supongo -apunta a una ardilla que ve en la rama de un árbol ayudándose con su vista para dispárale y tirarla con la flecha-

Muy aparatoso y vistoso ¿Pero sabes usarlo bien? --- Le preguntó. Suspirando el tan anhelado frío del Norte a donde habían ido a entrenar.