𝑪onstantemente la curiosidad de Candy hacia presencia ya fuera en la genética al crear criaturas, el poder entrar en las redes o solo el hecho de tener esa necesidad de devorar hasta darse por satisfecha y dado todo avanza, siempre aparecería algo nuevo con lo que pudiera jugar e aprender.

Teniendo en sus cromas un brillo tal fue haciendo acto de presencia una sonrisa en sus labios. — Ramuda no les parece bonito se me ocurrió hacerlo al ver la película de Termineitor.— Hoyuelos aparecieron conforme aquella sonrisa permanecía, para la joven no estaba haciendo nada malo o que por el tono de voz de sus tíos debiera de causar alguna preocupación, después de todo si sus creaciones se quedaban dentro del laboratorio ¿Que mal podría hacer?