— Creo que es algo que no necesita ser explicado si tienen ojos para ver.— Respondió de manera cortante una ves que los vio entrar al elevador, retiro su mano del panel para salir de su habitación no sin antes volver a reactivar las alarmar.

Los espero con ambas manos hacia atrás mirando a las escolopendras caminar por las paredes. Candy estaba acostumbrada a las visitas de sus familiares a veces aparecían por arte de magia en cualquier lugar o zona de su hogar, o incluso en lugares fuera de este no era algo que le causara molestia pues pese a que le gustaba la soledad que residía en el laboratorio había personas con las cuales le gustaba compartir su preciado tiempo.

Miro a sus tíos cuando se abrieron las puertas, reconociendo aquellos ojos rojos sintiendo como bajada salir el aire entre sus dientes. — A ver ¿Por qué me miran así? cual es su hostilidad.—