𝑯abia instalado una alarma que le avisara si algo o alguien cruzaba el perímetro en donde mantenía a Ramuda, sonando cuando sus tíos entraron como siempre sin permiso... Enmarco una de sus cejas para levantarse de la comodidad de su cama dejando a su diestra su tableta que no dejaba de mostrar el distintivo signo de alerta, camino hacia el panel para colocar su mano y que su voz resonara a través de los parlantes ubicados en la sección en donde estaba su experimento.

— Puedo saber la razón de su entrada forzada a mis instalaciones.— Son las de su padre pero obviamente al ellos estar de viaje, su hogar, instantáneamente eran sus dominios. — Suban por el elevador AB-12 ahora.—