❝ 𝐄𝐥 𝐝𝐞𝐦𝐨𝐧𝐢𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐞 𝐞𝐧𝐚𝐦𝐨𝐫𝐨 𝐝𝐞 𝐮𝐧 𝐡𝐮𝐦𝐚𝐧𝐨.❞ No debía enamorarse, eran distintos sabia que el paso de la vida de aquel ser era efímero como un castillo de arena; pero como un tonto callo bajo los encantos de un ángel en decadencia. Nunca intervinieron entre sus vidas, cada quien estaba por su lado, como debía ser pero este ser se enamoro y su amor fue tan corrompido por el mismo que poco a poco tiñeo a aquel ángel de un oscuro y lamentoso pesar.
𝓨 justamente el no dejarle pistas seria lo divertido, tendría que sacar los dotes ocultos que posee para investigar teniendo el claro objetivo de encontrarla; los ojos de la joven se encendieron por esa idea, solo había una persona ademas de sus padre o abuelos capaz de encontrarla fuera donde fuera que ella estuviera metida.
—Tal ves como si fueras un detective tendrías que indagar en los lugares que hemos estado ya,partiendo de allí.— Agrego mariposas oscuras revoloteando como aquellas que decían los humanos sentir al estar enamorados, resultando peculiar que su demonio la sintiera, pero esa era la señal de que ese amor era pútrido.
Si no me dejas pistas, la tendría muy complicado. Alguien con tus cualidades, seguro que te encontraría en el lugar más inesperado pero que sin duda sería el mejor lugar posible.
- - Quizá respondió de forma automática como si dijera lo que piensa en voz alta. Pues tiene a Candy en una estima muy alta, no deja de sorprenderlo. Además de que denota clase y cultura con una destreza digna de una buena enseñanza, quizá familiar o personal. Su pensar lo hizo a un lado cuando escucho de los caramelos, y se enfoco en ellos. Así que miro en la dirección señalada y asintió con su cabeza para acercarse y tomar uno. Lo desenvolvió y lo puso en su boca. Sin más de sentó sobre el suelo, feliz con su caramelo y contempló en silencio como seguía moviendo el carboncillo para dibujar - -
—Tendré que esconderme un día a ver si eres capaz de encontrarme.— Que lindo le parecía Klaus en un sentido tierno y dulce; manteniendo ese lado de desconfianza de Candy completamente a la deriva pues nunca sintió malicia proveniente del, al contrario, siempre era amable y eso era suficiente.
Arrugo un tanto su nariz sin darse cuenta, irradiando felicidad volvio a utilizar el carboncillo para detallar mucho mas aquel fondo oscuro antes de usar las temperas.
—Si,me alegro si deseas a un lado del taburete encontraras unos caramelos.— Señalo el lugar con un movimiento de su cabeza, para que fijara sus ojos en aquel recipiente lleno de caramelos de distintos lugares incluso artesanales.
- - Se acerco un poco más al dibujo y miraba como se está creando. Colores y matices representando algo que muchas veces no se pueden expresar con palabras. Al menos así Klaus lo está interpretando. - -
Muchas gracias, al parecer encuentro recurrentemente lugares en lo que pasas tiempo.
- - Giro su cabeza hacia ella para mirar sus expresiones y le agrado ver su sonrisa marcada en la pequeña. - -
Que analogía tan peculiar, y por mi parte algo más sencillo, disfrutando del momento. Así que, diré que bien, me siento bien...
𝓡eclino su cuerpo un poco moviendo entre sus falanges como si una moneda se tratara aquel carboncillo. —Para nada,es agradable verte por aquí.— Comento con una franca sonrisa en la curva de sus pequeños labios, después de todo Klaus llegaba siempre en los momentos que la joven mas completa se sentía. —Me siento como una avesilla estirando las alas pero sin querer volar y tu ¿Como te sientes hoy?—
Siempre interrumpiendo tus momentos de pensar. Tengo que tener más cuidado. Entonces ¿Cómo te sientes? - - Dijo todo lo anterior de forma amistosa, pues siempre que interactua es de forma genuina. Parece que llega en buen momento y apreciar una buena charla, una historia y ahora un buen dibujo - -
