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OK1583732 · 26-30, M
— ¿Crees soy estúpido? le doblas la edad a la chica haste un favor y deja de dar pena ajena, suéltala.
Tenia los puños cerrados reteniéndose para no darle un golpe en toda la cara, debía mantener la compostura pero ¿por cuanto tiempo? la sangre le estaba hirviendo, debía hacer algo antes que se dejara llevar aun mas por el efecto del alcohol y fuera mucho mas agresivo atentando contra la joven Candy.
— Por las buenas deja ir a la chica o mis compañeros llamaran a los policías.
Dando un paso hacia el frente tomo la mano libre contraria para atraerla, intentando de una manera "controlada" sacarla de las garras de aquel borracho.
Tenia los puños cerrados reteniéndose para no darle un golpe en toda la cara, debía mantener la compostura pero ¿por cuanto tiempo? la sangre le estaba hirviendo, debía hacer algo antes que se dejara llevar aun mas por el efecto del alcohol y fuera mucho mas agresivo atentando contra la joven Candy.
— Por las buenas deja ir a la chica o mis compañeros llamaran a los policías.
Dando un paso hacia el frente tomo la mano libre contraria para atraerla, intentando de una manera "controlada" sacarla de las garras de aquel borracho.
Templo su brazo de golpe ocasionando que se acercara aquel hombre, siendo un golpe a su olfato aquel aliento contaminado por el alcohol. —" Si sigues resistiéndote nada bueno conseguirás "— Hablaba tan carrasposo invadiendo el espacio de la joven siendo que su acercamiento se vio interrumpido por la llegada del rubio. —" Se te perdió algo no ves que es una conversación entre pareja"— Mas vale que no hubiera dicho aquellas palabras. —¡Esta mintiendo!— Grito exaltada, empujando lo mas fuerte que podía el cuerpo contrario.
𝐋o que parecían horas en la mente de Candy eran solo unos miseros segundos o minutos, ese hombre no tenia la intención de soltar su muñeca apretándola de tal forma que la lastimaba hasta que de sus labios salio un quejido.
— Suéltame troglodita sin sesos.— Reclamo con firmeza, aun y cuando por dentro estuviera temblando reflejandolo en su el temblor de su brazo he iris. En ese momento se debatía si había sido correcto salir con el equipo de patinaje a tomar unas malteadas, pero sobre todo el no esperar porque la fueran a buscar pues perdió el interés en la salida cuando comenzaron a hablar tal cual colegialas de los chismes que rondaban las instalaciones, nada, pero nada que le resultara importante a Candy.
Ahora se encontraba en una situación tan incomoda por solo salir antes, infligía un poco presión al tratar de que la soltara, escuchando tanto los pasos he comentarios de los curiosos como de aquellos que preferían no meterse [...]
— Suéltame troglodita sin sesos.— Reclamo con firmeza, aun y cuando por dentro estuviera temblando reflejandolo en su el temblor de su brazo he iris. En ese momento se debatía si había sido correcto salir con el equipo de patinaje a tomar unas malteadas, pero sobre todo el no esperar porque la fueran a buscar pues perdió el interés en la salida cuando comenzaron a hablar tal cual colegialas de los chismes que rondaban las instalaciones, nada, pero nada que le resultara importante a Candy.
Ahora se encontraba en una situación tan incomoda por solo salir antes, infligía un poco presión al tratar de que la soltara, escuchando tanto los pasos he comentarios de los curiosos como de aquellos que preferían no meterse [...]
Escorpioprototipo · 36-40, M
Estaba vigilando a su nieta de lejos justo en segundos que iba a intervenir aquel chico se le adelantó por completo pero no dijo absolutamente nada el respecto continuo mirando desde lejos detallando las acciones del joven
OK1583732 · 26-30, M
Desde el otro lado de la carretera intercambiaba algunos volantes a sus compañeros de ciclismo, la competencia estaba e escasos días, por lo que tenia que recordarles las rutas que les resultaría beneficiosas, siendo por un instante escucho cierto alboroto por parte de unos de los borrachos del lugar; pensó en pasarlo por alto, total, no era su asunto, así que cuando se disponía a retomar su palabra escucho la voz femenina que tanto le pareció familiar, notando un mechón rosa moviéndose tan distintivo que dispersaría cualquier duda de ¿quien se trataba? fue hasta allí dejando a sus compañeros que le siguieron, curiosos por su reacción.
— ¡Ey tu! ¿Dejarías a la chica en paz?
— ¡Ey tu! ¿Dejarías a la chica en paz?
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