Poseyendo algunos de los gestos similares a los de su madre, tras oír sus palabras arrugo su nariz al estar disgustada por sus palabras; con la confianza musito las siguientes palabras. — Un dedo sobre mi significa una cazaría ¿Quieres arriesgarte a eso? Prefería por mucho evitáramos ese tipo de situaciones.— Ladeo hacia el costado su rostro ocasionando el deslizamiento de su cabello por sus hombros, fuer un juego o no por parte de aquella mujer, no le causaba nada de gracia a Cotton al contrario sus palabras fueron filosas dando una leve pero asertiva amenaza. — Con respecto al las sombras si me he topado con ellas, son parásitos para los huéspedes que eligen tengo un par de ellas.— Su progenitora posee la habilidad de despertar las pesadillas y ella de obtener aquellas criaturas de que se encargaban de atormentar la mente humana.

Alejo su mano sonriendo orgullosa al ver el comportamiento precavido que poseía. — Tranquila que te puedo hacer invasora ¿morderte? ¿lastimarte? o ¿robar?.— Un buen demonio se mete en la mente mas débiles pero la menor tenia una bendecida, debido a su estirpe que le enseño a diferenciar cuando deseaban atacarla. —Si aun eres un vehículo viable deberás manejarte con cuidado, pero por lo que puedo entre ver ya te has tomados con las sombras.—

Con dos pestañeos rápidos alejo las lagrimas dando un paso hacia atrás cuando intento tocarla. Aun no la conoce lo suficiente como para dejar que toque su rostro. — Nunca dejo que me vean, seria un poco peligroso.— Por supuesto sus viajes a los sueños le han mostrado criaturas que pueden ser un gran dolor de cabeza si llegaran a notar su presencia, convirtiéndose en parásitos, devoradores de sueños, pierrot, sombras, entre otros que solo son peste en la mentes humanas pero tan divertidas de ver cuando haciendo sus actos que terminaban fracturando sus mentes.

Entonces solo eran ideas de ella dado que la menor solo se encontraba bostezando por el cansancio o aburrición, no era quien para juzgar. — Tuviste un día duro por lo que veo ¿como te ven en los viajes? — Con un paso firme se acercaba para tocar unos instante el rostro ajeno, se preguntaba ¿que cosas habrá visto en sus viajes? y dado los ojos son la ventana hacia el alma no dejaba de mirarlos.

Solo bostezaba dejando que se notaran su dentadura, llevando luego sus mano hasta ella para taparla con el dorso de ella. — No estoy molesta, solo me encuentro cansada. Hola señorita.— Sus ojos lagrimearon por el bostezo fijando sus ojos ahora si a la mayor que la llamaba.

— Alguien parece estar molesta.— Recargo su cuerpo sobre la pared, mirándola con severidad pero a su ves estaba encantada por al fin conocerla. —Hola Invasora.—