𝑳o que quería decir que aquel encuentro le había dejado secuelas en su vida, moviendo sus pies cerro sus parpados dejando que su cola de Escorpión se enroscara en la cadera de Red hasta que el camuflaje óptico desaparecía para que la viera. — Nunca me han gustado los humanos la mayor parte del tiempo son egoísta y hacen daño.— Miraba su propia cola traqueteando, era como la pequeña mostraba que se sentía segura al dejar ver su naturaleza, aunque en si nunca la oculta pues bastaba verla siempre había algo que la destacaba. —¿Como es tu reino Red? solo se pocas cosas de ti como el gusto por las armas, desplumar y morder mis peluches.—

—Quedé un poco sordo y aturdido después de eso, todavía tengo un buen oído pero a veces me falla, creó que no pudo sanar del todo, me hizo falta una ayuda en mi niñez..

-Sonrió levemente acostándose en el sillón de la sala mientras hablaba con ella, el can estaba cómodo y no tenía por el momento apuro por marcharse-

—Pero está bien, a veces son cosas que suceden y en la guerra si he lastimado a muchos, en defensa de mi reino claro, pero creó que a veces me gusta tomarme un tiempo para reflexionarlo todo-

— Si, tengo personitas muy bonitas.— Con una expresión que lo decía todo, sujetaba entre sus manos aquel espejo notando que la sangre ya no estaba sobre su tez perviviendo el aroma de las medicinas sobre ella. — Aun con un presupuesto bajo pudiste curarme Muchas Gracias Red.— Le regalo una sonrisas de esas que escurrían miel al corazón, escucho su historia mientras reposaba el espejo en sus muslos. —¿Te hicieron mucho daño los humanos?— Muchas veces estos son los que mas daño causa, pero existen muchos seres incluso la joven que aunque no le gustaba imponerse podía invadir los sueños hasta convertirlos en pesadillas o solo jugar con la mente.

—Tú parece que tienes mucha gente que te aprecia. Pero si, creo que hay personas irremplazables a mi alrededor..

-Despues de dejar la bandita en su sitio dejó que se viera en el espejo y sonrió viendo de reojo a la joven más relajada, aunque se veía tranquilo era un experto en pelear y no la invitaría a seguirlo sin ofrecerle seguridad ante todo-

—Parece que estás mejor, recuerdo que una vez si me encontraron en una situación dudosa y también me dieron un buen golpeteó, claro que no tuve ninguna posibilidad, era muy chico

𝑳o siguió tal cual un pollito sigue a su mamá gallina, paseando sus ojos curiosos por todo aquel lugar hasta llegar a la enfermería, se parecía mucho a la de su instituto en si, para mucho tiempo en el pues si es un poco torpe al caminar.
entre sus piernas semi abiertas mirando atenta lo que hacia Red. — Tu siempre estas rodeado de personas bonitas.— Menciono recordando las pocas personas que ha visto cerca de el, tenían un aroma a sol y a veces flores dependiendo del momento incluso lo notaba en el cuerpo del mayor.

Parpadeo varias veces para que las lagrimas no apareciera, le era doloroso a pesar que fuera delicado, la joven sentía como si su piel estuviera al rojo vivo y posiblemente fuera de ese modo debido a que la joven era mas delicada casi como un cristal,gimoteo, quería que acabara rápido y cuando lo hizo noto la bendita que la alivio por simple que fuera.

—Éso es, tu tranquila yo nervioso..~

-Le tomó de la mano y acompañó a la chica a la enfermería, allí encontró lo que necesitaba, algodón, banditas y un líquido para las heridas. Empapó el algodón y dejó que ella se sentase para poder limpiar bien los rasguños y raspones en su rostro-

—Algunas personas hacen que la belleza sea algo a lo que temer pero no debería ser así. Si que eres bonita.

-Abrió la bandita después de limpiar bien y la puso sobre su rostro, está tenía un motivo muy vistoso de corazoncitos pero a ella le quedaba bien-

—Jajaj lo siento, estamos bajos de presupuesto ~

— Yo.— Hizo una pausa a sus palabras, Red nunca ha sigo mas que amable con ella aceptando incluso cuando se mete en la armaría sin permiso solo para jugar con el. — Esta bien acepto.— Hablaba poquito aun sentía su cara ardiendo, sin embargo tomo la mano del mayor para seguirlo ya deseaba salir de ese lugar pues su instinto aun le decía que a salvo no estaba.

—No diré nada, si me dejas te ayudaré.

-El guardía quiso llevar a la chica a la enfermería para tratarla correctamente y no solo estético de sus heridas, quería estar seguro de que cuando regresara a su casa estuviese en buena condición-

—No tienes que temer, yo soy un guardia y no hay humanos dónde vivo..

𝑬l aspecto llamativo de la joven siempre era un poco problemático atraía atención indeseada. — No se los humanos cuando quieren algo no se miden.— Cerro los parpados cuando por el ardor que causaba la herida. — Por favor si viene alguien mas solo di que me caí.— Un cliché pero en los últimos días ha estado bajo ataques, la sangre aun estaba bastante fresca por lo que no, no ha tenido mucho que la habían tratado de someter.

—Achh... ¿Por qué haría eso? No es de hombre lastimar chicas..

-El can tomó el pañuelo y se lo entregó después de pasarlo bajo su labio, ahí tenía un raspón fuerte, alguien la había tomado del rostro con brusquedad-

—Necesitas unas banditas.. ¿Cuando la atacaron?