—No dije que lo parecieras.— Rectifico sus palabras. —Eres un idiota.—
El día que hace un momento por haber descubierto un lindo llaverito de su serie favorita, ahora era como un circo caótico y aburrido pues los payasos del circo no sabían mas que un solo acto.
Soltó uno de los tirantes de su mochila de peluche para que volviera a estar a su alcance, guardando en un movimiento su celular en el bolsillo interno y volver a colocarlo como era debido; siendo impresionada por las palabras ajenas ¿Agredirlo? entonces ¿Que es lo que hizo el al quitarle su celular? enserio lo comprendía en que cabeza cabía todo lo insólito de lo que acontecía y para colmo empeoro.
Un golpe seco se escucho al bajar la mirada para ver de que se trataba, ahogo un grito —"¿PORQUE ME ENCUENTRO CON CADA LOCO?"— Pensó con la mirada perdida mientras este movía el arma como una bandera.
Logró ver algo pero quizá no mucho pero lo suficiente para echarse un taco de ojo. Ese color rojizo de mejillas le recordó algo absurdo que no dudo en vociferar como parlante a lo que pensaba. — 𝐘𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐞𝐳𝐜𝐨 𝐢𝐝𝐢𝐨𝐭𝐚 𝐲 𝐭𝐮́ 𝐞𝐬𝐭𝐚́𝐬 𝐫𝐨𝐣𝐚 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐧𝐚𝐫𝐢𝐳 𝐝𝐞 𝐩𝐚𝐲𝐚𝐬𝐨.—
Cuando se apartó a unos pasos se levantó como si nada hubiera pasado, con calma y desempolvando su ropaje.
El problema radicó cuando se le cayó su propia arma que tenía oculta entre sus pantalones de múltiples bolsas, no tardó en volver a tomarla y agitarla al aire.
𝑨l verlo tendido en el suelo ella fue por su celular reclinado su cuerpo para tomarlo del suelo, reconociendo que su vestido al ser corto y de paso pomposo le jugo en contra, por lo que reacciono bajando un poco el mismo para hergir su cuerpo. —Eres un idiota.— Estaba avergonzada sus pómulos estaban encendidos a más no poder, este hombre ¿De que seinen salió? Es insoportable.
—¿Debes estar bromeando?— Hizo una pausa porque revisaba la pantalla de su celular. —Venderias mi celular por dinero ahora me invitas a una cita¡Estas demente!— Bueno bien de la cabeza no debería estar pues tiene un comportamiento bastante complicado, Candy se aparto unos pasos para que no viera algo más de ella.
No opuso resistencia (su cuerpo no ejerció ninguna tensión simulando un estado bastante elástico para dejarse hacer u deshacer para "calar la fuerza", cuando termino en el suelo por inercia soltó el teléfono, tenía admitir que le fue divertido
Optó por recostarse en una pose comodina en el suelo recargando su cabeza sobre su mano la cuál estaba en escuadra mientras cruzadaba las piernas simulando una pose "sensual".
—ねえ。 Ese asunto no es de tu interés.— Candy intentado alcanzarlo rozando a duras penas los falanges contrarios ¿Que es aquel hombre? un poste de luz, como le desagradaba que se aprovecharan de su altura, sin embargo mientras mas alto estés mas dura sera la caída. —Debes estas bromeando...—
Primero duda de que si dice o no la verdad algo que esta acostumbrada a lidiar, pero quitarle su celular y incluso tratar de vendérselo era tan absurdo darle porcentaje de vida a un herido por una bala perdida.
Agarrando entonces la camisa contraria asegurando la misma justo en su pecho y la libre fue al abdomen simulando una postura usada en el Judo ejercicio fuerza para derribar a su oponente con total soltura llamando la atención el ver algo tan pequeño como Candy mandar al suelo un hombre que duplicaba su estatura, pero no contenta giro para recuperar su celular de las manos ajenas.
Ese insulto le pareció infantil y gracioso "gigantopithecus", por un momento no sabía si tomarlo con halago o doble halago. Entre tantas imágenes notó la nueva lencería que para su opinión le parecía picante, por un momento creía que era la pitufa rosada pero no tardó en ver qué eran modelos de lencería lo cual hizo soltar otro comentario a lo bestia.
𝓕runcio su entre cejo un momento por escuchar la mención de filtros, dejando escapar entre sus dientes un efímero suspiro. —Para nada son filtros o ediciones¡Oye eso es mio!— Exclamo al momento que su celular fue arrebatado de sus manos, encandeciendo el color rosa en sus mejillas; ciertamente existían fotos que no deseaba que nadie pero estas era lencerías que la joven quería comprar. —Regresame el celular gigantopithecus.—
Se puso sobre las puntas pies intentando alcanzarlo, apegando una de sus manos sobre el pecho ajeno para usarlo de apoyo.
Aprovecho para arrebatarle el teléfono de sus manos y retrocedió para retomar su postura erguida, elevando a la par sus manos; una cualidad del hombre es que era excesivamente alto así que trato de sacar el teléfono del radio de medición de la pelirrosa.
— ¡𝒗𝒆𝒂𝒎𝒐𝒔 𝒎𝒂́𝒔 𝒇𝒐𝒕𝒐𝒔 𝒕𝒖𝒚𝒂𝒔!—
Con la yema de su dedo deslizo a lo bruto las imágenes de su carpeta esperando ver algo más íntimo quizá.
—Lo digo enserio mi cabello para nada esta teñido ¡Puedo demostrarlo!— Muchas veces le ha pasado que dudan de su apariencia, pues como ha sido mencionado por aquel hombre Candy es la mismísima representación de una muñeca de porcelana, lo que ocasionaba que en mas de una oportunidad intentaran secuestrarla. —Mira te enseño.— Saco del bolsillo de su abrigo su celular, y con solo un movimiento de sus dedos desbloqueo el objeto he entro a la galería donde tenia fotografías de su niñez y si tanto sus ojos como su cabello eran de nacimiento.
La tienda que tenían enfrente con temática de Sanrio le había llamado la atención de primer instancia por ser nuevo local pero al pararse allí notó la llamativa jovencita que parecía ser sacada del local de colores pastel.
— 𝐄𝐬𝐭𝐚́𝐬 𝐝𝐞 𝐣𝐨𝐝𝐚 𝐞𝐬 𝐜𝐥𝐚𝐫𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐬𝐨 𝐞𝐬 𝐮𝐧𝐚 𝐦𝐞𝐧𝐭𝐢𝐫𝐚, 𝐭𝐞 𝐝𝐞𝐛𝐢𝐬𝐭𝐞 𝐭𝐞𝐧̃𝐢𝐫 𝐞𝐥 𝐜𝐚𝐛𝐞𝐥𝐥𝐨 𝐞𝐬 𝐦𝐚́𝐬 𝐭𝐞 𝐩𝐚𝐫𝐞𝐜𝐞𝐬 𝐚 𝐞𝐬𝐚 𝐟𝐢𝐠𝐮𝐫𝐚 𝐝𝐞 𝐚𝐥𝐥𝐚́.— Señaló a una figura rosada de grandes orejas.