— Ellos no me cuidan a mi, yo no tengo que cuidar a unos mal agradecidos.— Puede que si, de cierta manera su abuelo tenga razón siempre abra un balance entre el bien y el mal pero ella no esta interesada en participar, es como si se encontrara en un punto neutro, ellos no la molestan y ella tampoco así se ahorra malos tragos. — Baja la cola abuelo... Es una perdida de tiempo imponerte ante mi pues no retrocedere así me educaron mis padres.— Con ello terminaba por su lado la discusión, cerrando sus parpados para que sus ojos volvieran a tornarse como los de su madre, sonriendo para darle pak pak a su abuelo.

no es disimular es el deber que tenemos de cuidarlos cotton, no todos los humanos son malvados

Ambos cruces de miradas eran algo "intensas" sin embargo sus colas se pusieron rígidas y en alerta para demostrar un poco su dominio.

Y siguen sin gustarle los humanos, incluso su padre es igual por lo que cruzo sus brazos mostrándose decidida a pesar que su abuelo tiñera sus ojos. — Yo no voy a disimular ser igual a ellos.— Fingir algo que no es, para encajar como una marioneta ¡No! Claro que no haría algo similar o que se comparara, tan seria se pudo que otra ves sus ojos se tornaron azules.

tu madre también es una híbrida y al principio no me agradaban los humanos

Sintió claramente que tenía está conversación otra vez así que se colocó de cuclillas para estar a su altura y sus ojos empezaron a cambiar de color tornandose un poco rojos

Volteo a hacer contacto visual con su abuelo, moviendo su labio inferior haciendo un puchero; por supuesto que escucho eso de su madre pero sabia que también podía ser educada en casa. — Si pero ella no ocultaba sus habilidades, soy una híbrida prototype y no esconderé que soy solo para encajar en el estereotipo de los humanos.—

tu mamá al principio tampoco quería cotton..

Sujeto la mejilla de su nieta y la movió un poco e hizo que le mirara a los ojos.

— No quiero ir a una academia de humanos.— Sus ojos regresaron a la normalidad, mirando hacia otro lado evitando confrontar la mirada de su abuelo.

Al instante que su abuelo comenzó a hablar, sus ojos se tornaron del color de sus padre logrando la programación que poseía incrustar cada palabra de manera correcta y concisa en su vocabulario. De manera que se le resulto mas sencillo de lo esperado.

haber

Con su diestra sujeto la hoja con la cual ella estaba escribiendo y empezó a detallar muy bien lo que escribió otra vez viendo la frase que le dificultaba decir así que aclaro un poco la voz y comenzó a pronunciar todo el texto que había escrito en el idioma correspondiente