𝓐parto rápido sus manos justo en el momento preciso que la ventana fuera cerrada, evitando que sus dedos fueran pisados. —¿De que se trata todo esto?— Frotando sus cuencas oculares desvanecía la nubosidad por completo adaptándose a la luz nocturna que se colaba en su habitación.

Las palabras de Kimi y Kuroha no fueron motivo de asombro para Candy, era consiente que mas tarde que nunca otra ves se vería bajo cierto asedio de vigilancia. Tomando un chal se lo coloco sobre sus hombros mirando entonces con mas detalle "El sabueso" reconociendo por su aspecto de quien se trataba.

— Si, no es Yamato es Abraham.— Sabe que es quien le regalo a Abrihm un peluche y también se ha topado con el en una oportunidad solo que junto a el también apareció... Dejo salir un suspiro efímero y miro a sus tíos. — No entrara en el perímetro.—