¿Cuando ustedes dos? Miraba a los copos con cierta aura de entre orgullo fraternal y incredulidad. En fin, dándole el permiso para que se llevaran a su preciada y amada hija. Cuento con ustedes dos al entrar al laboratorio muñequita activa las seguridad nivel 5.
Pronuncio, no dejaría que nada entrara al hogar que tan seguro se habían de crear su esposo y ella misma para tenerla a salvo. Quitando eso del panorama escucho un aullido de dolor y al girar nuevamente a la ventana se encontró con que aquel perro había sido derribado, pero que uno hubiera caído no quería decir nada, allí entre los arboles se encontraban otros dos.
Vaya, me gusta al fin alguien que no piensa mucho para atacar. Giro sobre su eje fue hacia la salida de su hogar para acercarse desplegando sus colas en su totalidad. Pesadilla Nocturna deberías tu también esas cosas son fastidiosas de matar.
Miraban por la ventana hablando con su sobrina con total calma. Aunque no entre en el perímetro tu no debes salir ni darle la oportunidad de entrar en el. Kuroha poseía una mentalidad militar que proporcionaba que mirase todo como un tablero. Y no sabemos de que se trate solo sabemos que te busca.
Con la llegada de su hermana mayor callaron un momento, dirigiéndose hacia donde se encontraba para recibir no solo su beso en sus frentes si no que también aquel pedido, tomando la mano de Candy para sacarla del lugar.
*- la bestia cedió ante aquellos ataques pero de inmediato fue arrastrada por otras mientras la devoraban sin dejar rastro alguno de ella para que no estorbaran en el camino se iban concentrando en el bosque, como este estaba tan oscuro solo se veía los ojos rojos de las bestias tan solo esperando-*
Visitaba el bosque búsqueda de su patrullaje encontró algo inusual no parecía un perro común y parecía que custodiaba o vigilaba algo y tras luego de evaluar los movimientos la criatura decidió arrojar algunas dagas perforando el centro de su craneo
Ya fue alertada del intruso en su propiedad, por lo que fue a ver donde se encontraba su hija y también sus hermanos menores. Encontrándolos junto a Cotton con una expresión seria camino hacia ellos apartándolos a los tres de la ventana.
Vayan a la entrada del laboratorio los tres, las explicaciones te las daré luego mi muñeca pero ahora quiero que me obedezcas.
Dándole un beso en la frente a su pequeña y una palmada a sus hermanos los mando a que se retiraran a un lugar seguro; mientras sus ojos estaban fijos en los canino que rodeaban su hogar, aunque si hubieran tenido deseos de atacar seguro ya lo habrían hecho mas no bajaría la guardia.
𝓐parto rápido sus manos justo en el momento preciso que la ventana fuera cerrada, evitando que sus dedos fueran pisados. —¿De que se trata todo esto?— Frotando sus cuencas oculares desvanecía la nubosidad por completo adaptándose a la luz nocturna que se colaba en su habitación.
Las palabras de Kimi y Kuroha no fueron motivo de asombro para Candy, era consiente que mas tarde que nunca otra ves se vería bajo cierto asedio de vigilancia. Tomando un chal se lo coloco sobre sus hombros mirando entonces con mas detalle "El sabueso" reconociendo por su aspecto de quien se trataba.
—Si,no es Yamato es Abraham.— Sabe que es quien le regalo a Abrihm un peluche y también se ha topado con el en una oportunidad solo que junto a el también apareció... Dejo salir un suspiro efímero y miro a sus tíos. —No entrara en el perímetro.—
Candy no abras la ventana. Los gemelos habían pasado el día y ahora noche en casa de su hermana mayor, estando atentos a los movimientos afuera de ella con el movimiento de su cola Kimi cerro la ventana antes de que algo pensara entrar. Te están vigilando con sabuesos por lo que vemos.
Kuroha ya había atravesado la habitación y miraba por la ventana divisando a aquellos perros, era evidente para los gemelos pero ante la inocencia de su sobrina era mejor mantenerla a ralla.
Dudo que eso sea Yamatopor lo que debes alejarte de la ventana.
𝐃urante el día la había embriagado distintas sensaciones que la mantuvieron como siempre en las entrañas de cabaña, entre libros, dibujos y tabletas se distraía para no causar preocupación. Hasta que por fin sus ojos cedieron y se quedo dormida.
Ya a altas horas de la noche como era costumbre de la joven comenzaría a despertarse, con el propósito de alimentarse; fue en ese momento que el sonido de pasos sobre algunas hojas secas llamo su atención. —Yamato.— Llamo inocente a la oscuridad levantándose de su cama para abrir con cuidado la ventana.
Sosteniendo la ventana, sin asomarse, al tener el pensamiento que se trataba del por su somnolencia esperaba a que entrara a su habitación.
