— Veras que no te desepcionare.— Mas temprano que tarde el aroma dulce que la pequeña poseía comenzó a invadir la biblioteca, mezclándose con el de su abuela debido a la emoción que brotaba por sus poros, era bien sabido que le gustaba aprender, aplacar su curiosidad de todas las maneras posibles claro qu de una manera moderada. La caricia de su abuela en su cabello le sentó de maravilla proporcionando con estas pequeñas vibraciones. —Según estos son alimentados una ves ya sacados vuelven a dormir, pero los que tienen mas necesidad son las crias.—

En sus viajes por los sueños, se ha topado todo tipo de seres aberrantes mas esperaba entender aquellos denominados devoradores, dado su naturaleza y el hecho que parecían sujetos a veces a sus huésped como si no existiera otros distintos.