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Sintiendo como respiraba su pequeña, predijo que mas pronto que tarde comenzaría a quedarse dormida, dejando escapar de sus labios un suspiro mientras se echaba hacia atrás para servirle de cuna. Es que a veces las personas pueden ser predecibles amor, y no quiero que te lastimen. Menciono mientras escuchaba los pasos de su esposo, haciendo que sonriera ante sus palabras uniendo sus labios correspondiendo su beso. Así es Kin.chi nuestra hija es nuestra fuerza, ademas que tu papi es bastante protector hehehe.
Mi pequeña no eres una carga, nunca lo serás eres nuestra luz y nuestra fuerza verdad Tini mii? -Se acercó hacia donde estaba su familia y le dió un abrazo a ambas dándole un beso a su pareja y uno en la frente a su pequeña limpiando sus mejillas-
Pero Mami a veces te comportas de una forma rara cuando otros vienen a verme. Y no solo su madre, si no también su abuela; pasaban de estar tranquilas a una especie de fieras en un abrir y cerrar de ojos. Cerro sus parpados al sentir el beso de su madre, calmando esa inquietud conforme ella hablaba reconfortando y desapareciendo sus dudas, coherencia tenia, aun era una niña como para preocuparse por ser fuerte, pero es por el hecho de que se rodeaba de personas que lo eran, incluso su primer amigo era de por si bastante fuerte. Entonces no necesito ser fuerte, por lo menos no por ahora. Como si se tratara de una nana, el latido del corazón de su madre la arrullaba lentamente, dándole paso al sueño.
La inseguridad de su pequeña era evidente, le dio un pequeño beso en la frente mientras la escuchaba, dirigiéndose hacia el sofá para sentarse junto con ella. Mi niña aun eres pequeña, no es necesario que seas fuerte, para mi al menos no y se que tu papi te diría lo mismo.

Acaricio las hebras rosadas del cabello de su pequeña con ternura, mostrando ese lado maternal tan único que Tinick poseía, hasta que acerco el rostro de su pequeña a su pecho para que escuchara su corazón. Tal ves fue mucho mas delicada, pero su hija al igual que su esposo no se rinden aunque no le gusten los conflictos.

No eres una carga, eres mi hija, la niña de mis ojos, yo te deseaba.
Llego justo en el momento preciso, cuando por sus mejillas corrían cual perlas preciosas sus lagrimas ¿Que sucedía? pregunto su madre, pero la respuesta no era tan fácil de explicar, eran mas que todos sus pensamientos dándole vueltas como un carrusel. Mami ¿Porqué no soy tan fuerte como tu o papi?— Estaba cociente que la cuidaban mucho por el sentido de que su salud era bastante delicada. Es que...A veces siento que soy una carga.—
Cotton, cariño ¿Que sucede?

Se extraño al ver a su pequeña llorar de esa manera, alertando un poco sus sistemas; suspiro para calmarse, mientras caminaba para poder tomarla entre sus brazos elevándola del suelo.

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