—Te dije que soy bueno en mi trabajo, ¿No necesitas que te cargue cierto? No veo problema en hacerlo.—

— ¿Desde cuándo te aprendiste mi horario? — Miro su reloj para calcular esos 5 minutos, tratando de estirar su cuerpo para relajar más rápido sus músculos.— Supongo que tendré que darme prisa a llegar. —

─ Eso no te detiene─ De alguna manera sabía que tomaría esa frase como un halago y siendo honestos era una forma de halagar su necedad. ─ Tienes 7 minutos y medio, descansa cinco al menos después debes continuar, no puedo darte el lujo de llegar tarde, no te lo perdonarías, ni a mi. ─

— Tengo muy buena condición. Solo eres mucho para mí... Por ahora — Sentenció con una sonrisa más pacífica. El dolor en sus piernas comenzaba a ser más ligero.

─ Mi culpa, si acaso deberías tener un poco más de condición, bueno, en realidad debería de controlar un poco la fuerza o podría lastimarte. ─

— Ya lo haces y no pienso que tengas quejas al respecto. — Suspiro por primera vez, de verdad cansada por una clase de gimnasia. — Y esto es tu culpa así que solo cubreme mientras descanso —

─ Lo que sigue es que me idas estar sobre ti para cubrirte... ─ Levanto la ceja con una cómplice sonrisa en el rostro que duro solo segundos, su trabajo era ser su guardaespaldas por unas semanas así que no iba a defraudarla.

— No, para eso estás tú, para que no me vean a mi. —

─ Ten cuidado, podrían darse cuenta e que estas cansada y de que eres humana. ─

Se recargo en su espalda cerrando ambos ojos, dejando la mochila en sus piernas. — Eso, míralos mal a todos. Que nadie se acerque. —