Cndy15

Los humanos eran crueles, la platinada sentía ese rechazo de parte de la más joven pero era la compañera que le habían asignado, tuvo curiosidad en porque la policía parecía reacia a colaborar en su labor si se dedicaba a eso, ayudar a otros, no lo entendía aquella mujer bestia.

Dentro del auto como copiloto quedó pensativa, saco otro mapa de la ciudad concentrándose en el dibujo y sus distintos callejones, ella misma se señala su nariz.

—Puedo seguirlos con mi olfato... Desconozco tu ciudad...

Suave movio su nariz al aire y fijando su mirada en la policía miro al frente.

— Conduce hacia allá...

Había señalado al fondo, ya puesto en marcha aquel auto la platinada seguiría dirigiendo hasta encontrar a aquellos tipos. Sin embargo no pudo evitar preguntar en el camino sobre los intereses de aquella chica.

— ¿No quieres ir?

Camino en silencio con aquella cara de Poker face que le caracterizaba, no entendía a aque se refería aquella chica con su mano en negación hacia abajo, era la joven que le habían mostrado en fotos. En frente de ella Ghis saca un papel con una información importante donde decía el nombre de su acompañante, allí estaba la información sobre la banda Yakuza que se había metido en el territorio de Ghis, la policía los buscaba y si llegaban a encontrar algo mínimo la joven podría ganar mejores puntos en su trabajo, era algo que la mujer bestia no sabía pero que estaba implícito en la información que la platinada le estaba dando a aquella jovencita.

— Allá.

Pone su dedo índice en dirección a uno de los autos policiales que estaban fuera para que cualquiera que tuviera la misión lo tomara.

— Tengo la idea de dónde puede estar un soplon.

Su mirada poker se fija nuevamente en la policía esperando acción de parte suya.

Despacio se fue reincorporando ante aquella mujer con energía de perro, al levantarse noto que era más alta y otra diferencia, ella estaba cubierta de ropas humanas a diferencia de la platinada robusta. El proceso con los humanos era diferente pero ya sabía el protocolo, extendió su mano al frente esperando que la chica la tomase, era la forma de aceptación de los humanos al conocerse, era lo que sabía la mujer.

— Me llamo Ghislaine, tu debes ser la oficial que ascendió.

Sus orejas se movieron enseguida en alerta al rededor de esa oficina, su mirada también se desvío buscando aquel molesto sonido de un lápiz golpeando a cada instante, seguía con su mano al aire esperando que su contraria la tomase.

Aquella cabeza se movía de lado a lado sus orejas iban al ritmo del movimiento, aquella mujer estaba sentada en la silla como indio al bambolearse suave de la forma en que lo hacía, sintió por primera vez ese sentimiento de aburrirse esperando, nunca le pasaba aquello, pero la estación de policía era entre enérgica y lento en su procedimiento, la habían llamado para ser pareja de una oficial joven, encontrar a los Yakuzas que se metieron en problema con el gremio de espadachines de la felina, era dar y dar, así que ayudaría. Sus orejas se movieron al escuchar unos pasos cercanos al pasillo donde se encontraba ella.