- ¡Ya esta! Aquí tienes, Aoba-san. - Se hinco a la altura del pequeño para poder entregarle el cono ce helado.- Espero que lo disfrutes - Agrego sonriendo ampliamente.

Mientras esperaba pacientemente por el helado, no pudo evitar pensar en lo amable que había sido el albino. Y aun asi temprana edad sentia que debia agradecerle de alguna forma, quizas lo invitaria a jugar con él algun dia.

Ladeo la cabeza mientras escuchaba hablar al pequeño peliazul. Si que era adorable y mas cuando sonaba entusiasmado. - ¡Hai! Sale un helado de menta, chocolate y frutilla - Canturrio ante de girar hacia el mostrador y ordenar.

El lugar era tan colorido, podía ver barquillos en todas partes. Le gustaba. Su mirada vagaba por cada parte sorprendido, sin embargo su atención volvió hacia al albino al escucharlo — Huh ¡Si! De chocolate, menta y frutilla. —Nuevamente sonrío entusiasmado, aquellos eran sus sabores favoritos.

Asintió aun con una sonrisa en su rostro para luego seguir caminando. Hicieron falta un par de minutos para llegar al lugar - Y aquí estamos, Aoba-san. ¿Ya decidiste que sabores pedirás? - Dijo acercándose con el peliazul hacia el mostrador.

Miro sorprendido al albino y a la vez con emoción. — ¡Arigato! — Se sentía tan feliz que apenas y podía esperar a llegar a la heladería.

- Hai, hai. Los que quieras, Aoba-san. - Afirmo mientras seguían su caminar. Le alegraba ver al pequeño tan feliz.

— ¡¿Honto?! — Aquella dulce sonrisa volvió a su rostro. — ¿Puedo pedir de 3 sabores? — Adquirió mostrar 3 de sus dedos.

Aquel gesto le pareció sumamente adorable, las ganas de presionar sus mejillas volvieron a él pero trato de contenerse [?] - Puedes escoge los sabores que quieras y los que mas te gusten - Dijo dedicándole una sonrisa amigables.

Al escuchar su nombre, alzo la mirada hacia el contrario centrando su atención en él — Uhn ... Aun no se que sabor escoger ... — Adquirió haciendo una pequeña mueca con sus labios.